Desde 2012, es directora legal regional para Centroamérica en Claro, con responsabilidad en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Por Milagros Sánchez Pinell
Rosa María Machón es una mujer apasionada en todo lo que emprende, enamorada de la vida, de su profesión y de su trabajo, además está agradecida por todo lo aprendido, vivido y amado al lado de su familia.
Es hija, sobrina y nieta única por parte materna. Creció rodeada de mujeres fuertes que son la luz y el eje de su vida, quienes le inculcaron valores como la lucha, la inspiración y la fortaleza.
Destaca que su amor más inmenso e indescriptible es el que tiene por su familia, y en especial por su única hija, Natalia.
“Jamás lo hubiera logrado sin tener el amor, la paciencia, el acompañamiento y la vida que me ha entregado mi familia, en especial mi madre, mi hija y mi pareja. Son el motor, el impulso, la ilusión, la calma, la compañía, pero sobre todo el gran amor que me mueve a dar lo mejor de mí”, afirma.
Desde pequeña, mostró una curiosidad incansable por entender el mundo que la rodeaba en un ambiente familiar donde reinaba el amor, la diversión y la creatividad.
Desarmó su reloj de Mickey Mouse para descubrir de dónde venía el “tick tack”, quiso saber cuál fue el primer pez que nadó en el mar y se preguntaba cómo funcionaba la parte de la refrigeradora que hacía hielo.
Aprendió a manejar a los doce años por las calles de la colonia Centroamérica en San Salvador, El Salvador, usando un directorio telefónico para alcanzar el timón.
Trayectoria académica y laboral
En 1987 se graduó de bachiller académico en la opción físico matemático en el Colegio Guadalupano de El Salvador, siendo la única de su promoción que eligió el derecho como carrera.
Asegura que desde séptimo grado ya sabía cuál sería su profesión y la importancia de tener voz propia. En 1986 ganó el primer lugar en el concurso de ensayos de la Comisión Interamericana de Mujeres en El Salvador, con un texto sobre la participación de la mujer joven en el gobierno.
En 1997 se graduó en Ciencias Jurídicas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y fue autorizada como abogada y notario por la Corte Suprema de Justicia de El Salvador. Posee un Diplomado en Administración de Negocios para Abogados de INCAE Business School.
Su trayectoria profesional comenzó en 1990 en ANTEL, la empresa estatal de telecomunicaciones, como auxiliar de atención al cliente mientras estudiaba derecho.
En los nueve años que permaneció en la institución antes de la privatización, comprendió que para atender a un cliente era imprescindible conocer a fondo el negocio. Con el tiempo, llegó a ser asesora de la presidencia, bajo el liderazgo del doctor Juan José Daboub, en el departamento jurídico.
Durante esa etapa señala que participó en proyectos relevantes, como la concesión de telefonía móvil de TIGO en El Salvador y la renovación de licencias de radiodifusión, sentando las bases de la especialización que hoy la posiciona como una de las voces más autorizadas en derecho de telecomunicaciones en la región.
Tras la privatización de ANTEL, continuó vinculada a la operación, que pasó a manos de France Telecom. Gracias a la experiencia acumulada, desempeñó un papel clave en el salto tecnológico y regulatorio que vivió El Salvador.
“Tuve la oportunidad de participar como la única abogada mujer a bordo en el proyecto de privatización y desregulación de las telecomunicaciones, formando parte del equipo redactor de la Ley de Telecomunicaciones, de la Ley de creación de la Superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) y de su regulación sectorial”, dice.
Fue también la primera asesora legal en la primera gestión de la SIGET, liderando la transición al nuevo modelo de competencia privada del sector, que incluyó la gestión legal de las primeras subastas del espectro radioeléctrico regulado y la concesión de canales de televisión abierta y por suscripción.
En 2003, ya trabajando para France Telecom, participó en el proceso de venta de la compañía al Grupo América Móvil. Durante la negociación conoció a Alejandro Cantú Jiménez, director jurídico global del grupo, quien le propuso incorporarse como abogada interna.
“Has estado siempre sentada atrás del Sr. Dominique Saint-Jean, atendiendo cualquier consulta o intervención legal que necesite, en un mar de abogados todos hombres de los más prestigiosos despachos externos del comprador y vendedor, ¿crees que nos puedes apoyar en adelante como abogada in house de la empresa?”, recuerda.
Desde entonces, ha recorrido más de dos décadas de crecimiento continuo en la organización. Comenzó como abogada interna en Claro El Salvador y, en 2012, fue nombrada directora legal regional para Centroamérica, con responsabilidad sobre Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
“Gracias por darle la oportunidad y confianza a una mujer salvadoreña, por más de 20 años, y depositar en mi trabajo y liderazgo, en mi mente, alma y corazón, la gestión legal de las empresas del Grupo Claro, en un mercado tan desafiante como el centroamericano”, expresa.
Responsabilidades en Claro
Sobre su rol explica que abarca desde la supervisión de contratos, autorizaciones y concesiones hasta la gestión de procesos judiciales y regulatorios.
También lidera estrategias legales en temas de competencia, fiscalidad y telecomunicaciones y ha participado en importantes procesos de fusiones, adquisiciones y arbitrajes internacionales.
Recalca que su trabajo consiste en alinear la función legal con la estrategia del negocio, anticipando riesgos y garantizando el cumplimiento en un entorno altamente regulado.
Hoy en día, considera que su mayor aporte en la empresa, además de jurídico, es humano y transformador. Durante su trayectoria, ha demostrado que es posible ejercer el derecho desde una visión estratégica, ética e inclusiva, dignificando el rol del abogado dentro de la empresa.
“Mi propósito es que el derecho acompañe al negocio sin perder su esencia, construyendo estructuras más sólidas, sostenibles y humanas”, señala.
Sostiene que lidera con firmeza y empatía, abriendo camino para que más mujeres asuman roles de liderazgo en un sector históricamente masculino.
En cuanto a su estilo, destaca que se basa en inspirar, acompañar de cerca a su equipo y cultivar un ambiente donde el aprendizaje, la confianza y la pasión por la profesión son esenciales.
Como mujer, reconoce que ha enfrentado desafíos sutiles pero persistentes, como la necesidad de demostrar su capacidad con el doble de esfuerzo o enfrentar dudas sobre su disponibilidad para asumir responsabilidades de alto nivel.
“Uno de los principales retos ha sido la percepción de que una mujer, por sus responsabilidades familiares o personales, estaría menos disponible para asumir retos complejos o roles de alta exigencia. También he enfrentado actitudes que cuestionaban mi lugar en espacios de negociación, sobre todo en discusiones legales o regulatorias de alto nivel”, detalla.
Sin embargo, con serenidad y determinación, ha demostrado que el liderazgo femenino es posible y necesario para transformar positivamente las organizaciones. Hoy, cuatro de las cinco gerencias legales de la región están lideradas por mujeres.
“Aunque queda camino por recorrer, siento orgullo de haber demostrado que una mujer puede ocupar espacios de liderazgo en el sector legal y corporativo e influir en la transformación de la industria y abrir oportunidades para las generaciones que vienen detrás”, destaca.
Más allá del cargo
Además de su rol en Claro, ha presidido comités internos para prevenir el acoso sexual y laboral, fomentando entornos de trabajo seguros y dignos.
De igual manera, ha colaborado con autoridades regulatorias, asociaciones del sector y organismos internacionales para impulsar marcos legales y políticas públicas que beneficien a toda la región.
Por otro lado, tras un extenso recorrido profesional, se reconoce en una etapa de plenitud. La experiencia acumulada le da la tranquilidad de saber que su trabajo habla por sí solo.
En tanto, la madurez que hoy vive le permite equilibrar con mayor armonía su vida profesional y personal, disfrutar de pasatiempos como el pádel y valorar profundamente el tiempo en familia.
Sobre su futuro, adelantó que contempla realizar un máster internacional en derecho digital, convencida de que especializarse en áreas como ciberseguridad, inteligencia artificial y protección de datos será clave para seguir aportando valor en un sector en constante transformación.
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