Proparco ha invertido más de US$2.000 millones en financiamientos que apoyen proyectos que protejan al ambiente y produzcan resultados sociales positivos, desde el 2009, año en que ingresó a la región de México y América Central.
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Proparco, como banco de desarrollo del Grupo de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), se dedica al financiamiento del sector privado, con un mandato muy claro: apoyar a los actores privados a contribuir al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Así lo asegura Manuel Léon, director de Proparco para México, Centroamérica y el Caribe, quien explica que esa misión la desarrolla desde hace más de 45 años en casi todo el mundo, con una presencia bastante fuerte e histórica en África.
“Estamos en América Latina, presentes en casi todo el continente. Desde México, tenemos actividad en todos los países de América Central, una parte del Caribe -como República Dominicana, Jamaica- y, por supuesto, en América del Sur. En los países que ya han alcanzado un nivel bastante alto de riqueza, como Chile y Uruguay, carecemos de presencia. En Venezuela, resulta imposible intervenir por un tema de riesgo y por un tema político, sin que exista mucha oportunidad de cooperación internacional. Excepto Venezuela, Uruguay y Chile, trabajamos en todos los países de América Latina y tenemos esta presencia fuerte en la región de México y América Central desde el 2009”, explicó Léon.
Proparco abrió una oficina regional en la Ciudad de México, en el 2011, desde donde manejan una cartera activa de financiamientos en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Jamaica.
“Nuestro mandato geográfico es definido por la lista de países en desarrollo definida por la Organización para la Cooperación y el Crecimiento Económico (OCDE), que establece los países que sí pueden solicitar y obtener este tipo de cooperación internacional”, dice Léon.
Principales ejemplos de su operación
Desde el 2009, en esta región de México y América Central, Proparco ha firmado casi US$2.000 millones de financiamientos, en sus cerca de 15 años de presencia en esta región.
“Trabajamos en el sector de energía, infraestructura, energía renovable, proyectos de movilidad eléctrica, proyectos de acceso a agua y saneamiento, proyectos de infraestructura como puertos. Otro sector para nosotros muy importante es el financiero. Trabajamos con bancos locales, microfinancieras e instituciones financieras locales para apoyar con préstamos y dinero a estos bancos, para que tengan los recursos financieros para prestar a particulares, a individuos, a empresas y microempresas, en lo que llamamos intermediación financiera”.
Impacto positivo en América Central
Proparco tiene un papel sistémico, a través del cual brindan créditos con un nivel mínimo de US$10 millones o US$15 millones en una operación, mediante el financiamiento al sector financiero local que redirigirá esos recursos al beneficiario final: el microemprendedor, la mujer que quiere tener un préstamo para su vivienda, entre otros.
Por otra parte, la entidad trabaja en lo que en inglés se conoce como Manufacturing, Agriculture and Services (Industria, Agricultura y Servicios), donde participan en proyectos relacionados con temas de educación, salud, agricultura sostenible, entre muchos otros.
“Hemos trabajado bastante en El Salvador, en los años 2016 y 2018. Financiamos, a través de dos préstamos, con un monto total de US$60 millones, las primeras centrales solares en ese país, La Providencia y Capella Solar. Providencia fue la primera central energética solar del país y Capella fue la más grande de América Central en su tiempo, en el 2018. Con estos dos proyectos, hemos contribuido bastante a la transición energética en El Salvador, para reducir el consumo de energías fósiles como petróleo y gas, para pasar a la energía renovable”, explica su director regional.
Más recientemente, en Jamaica, trabajaron con la mayor planta solar de esta isla, para acompañar al país en su transición energética, diversificar el mix energético y evitar una enorme cantidad de emisiones de CO2.
“En la región, trabajamos con LAAD, un actor financiero que trabaja mucho con el sector de agricultura y la microempresas agrícolas en América Latina. Hemos estructurado una línea de crédito, el año pasado, de US$25 millones, para darle los recursos financieros para seguir su actividad de financiamiento de las microempresas agrícolas en América Latina”, dice Léon.
En Costa Rica, han apoyado a varios bancos como Improsa, Promerica y BCT, con líneas de crédito que les permiten seguir apoyando a este tipo de actores, como Mypimes agrícolas y, de esta manera, acompañar a la creación de empleos.
“Más recientemente, con el Banco Promerica, hemos empezado a apoyarles con asistencia técnica para poner a este banco en una trayectoria de sostenibilidad, para que desarrollen una estrategia sobre el tema del clima, que desarrollen más productos y herramientas que van a financiar proyectos a favor de la lucha contra el cambio climático”.
Otro ejemplo en Costa Rica es el desarrollo de un proyecto muy importante de plantas eólicas, para generar electricidad a través de infraestructura eólica, con el proyecto Alisios, que fueron cuatro proyectos de 20 megawatts y con un financiamiento que cerraron en el 2015.
“Tenemos, en esta región de América Central, dos objetivos estratégicos muy fuertes: el planeta: cómo apoyar iniciativas privadas con impacto positivo para el ambiente, trabajando sobre el tema del clima de la biodiversidad. Ese es el mandato histórico de nosotros y, a nivel mundial, el Grupo AFD y Proparco somos conocidos como bancos de clima, está en nuestro ADN. El segundo objetivo que tenemos en la región, y lo vimos a través de la pandemia, es cómo generar más impactos a nivel social, para reducir las desigualdades. Sabemos que es un tema transversal de toda América Latina, que hay un nivel muy fuerte de desigualdades, tanto a nivel socioeconómico, a nivel territorial y, por supuesto, a nivel de género. Apoyar actores que van a tener un impacto positivo a nivel social es muy importante para nosotros”.
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