Desde el uso excesivo del celular hasta reuniones improvisadas y una simple desorganización, una coach profesional en gestión del tiempo explica cómo eliminar lo que te está robando el día.
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Es casi imposible ser 100 % eficiente durante el 100 % de la jornada laboral. Las pausas son necesarias y, al trabajar con otras personas, también se requiere tiempo y espacio para que la colaboración ocurra. Sin embargo, muchas veces una pausa necesaria o una interacción puntual puede convertirse en una gran pérdida de tiempo que deja la sensación de frustración por haber dejado de lado lo realmente es importante.
Entonces, ¿cómo identificar en qué áreas se está perdiendo demasiado tiempo y cómo eliminar ese desperdicio para enfocarse en lo que realmente importa? A continuación, se presentan algunas de las estrategias más efectivas que recomiendan especialistas en gestión del tiempo:
CÓMO IDENTIFICAR LOS LADRONES DE TIEMPO
1. Ser honesto con uno mismo
A veces ya se sabe exactamente qué está robando el tiempo. Solo hace falta sincerarse y estar dispuesto a hacer algo al respecto.
Anote lo que ya sabe que le consume más tiempo del que debería, como un compromiso con vos mismo para admitirlo y resolverlo.
2. Monitoreo automático
Después de registrar lo que ya se sabe, un siguiente paso sencillo es revisar los reportes automáticos que ofrece el celular.
La mayoría de los teléfonos muestran semanalmente un informe sobre el tiempo que se pasa en distintas aplicaciones.
También se pueden configurar reportes automáticos del uso de la computadora, si eso también representa un problema.
3. Registro personal del tiempo
Otra manera de identificar los ladrones de tiempo es llevar un registro personal, anotando en qué se va el tiempo dentro y fuera de pantalla. Se recomienda hacerlo al menos durante dos días, aunque una semana entera permite un análisis más completo.
Esto puede hacerse en papel, en una hoja de Excel o mediante herramientas como Toggl o Timeular. Muchas personas prefieren el software porque ofrece reportes consolidados. Pero si eso resulta abrumador, lo importante es mantenerlo simple.
Una vez completados estos tres pasos, se obtiene una visión clara de dónde se está invirtiendo demasiado tiempo. Luego, es momento de actuar. A continuación, algunas recomendaciones para eliminar —o al menos reducir— los tres mayores ladrones de tiempo en el día a día.
CÓMO ELIMINAR LOS LADRONES DE TIEMPO
1. Tiempo frente a pantallas
Un poco de tiempo en pantalla puede ser una pausa mental saludable. Pero si los datos muestran más de 30 minutos de uso personal durante el horario laboral, fuera del almuerzo u otros descansos programados, probablemente sea demasiado.
Si le cuesta resistirse a las redes sociales o sitios de noticias, lo mejor es bloquearlos por completo fuera del horario permitido, sin opción de desactivarlos fácilmente. También se pueden bloquear sitios de compras en línea o plataformas como Netflix o Hulu. Para quienes trabajan desde casa y disfrutan de los videojuegos, una opción es guardar los controles en una caja con temporizador, para evitar la tentación de “pasar un nivel más”.
2. Comunicación ineficiente
Además del tiempo frente a pantallas, la comunicación ineficiente puede consumir horas del día. De hecho, suele ser una de las mayores causas por las que las personas trabajan más de lo que quisieran.
El primer paso es eliminar o reducir reuniones innecesarias. Muchas veces un correo basta. Por ejemplo, cuando alguien desconocido solicita una reunión para explicar algo, se le puede pedir que envíe la información por escrito. Así, en menos de un minuto se puede evaluar si amerita una reunión, sin interrumpir el flujo de trabajo.
En ambientes de oficina, hay que tener cuidado con las reuniones improvisadas. A veces son útiles, pero también pueden ser altamente distractoras. Si se necesita concentración y se cuenta con oficina propia, cerrar la puerta puede ser suficiente. Si no, se puede colocar un cartel o usar audífonos. Algunas personas incluso establecen “horarios de oficina” para conversaciones espontáneas, y fuera de ese horario, solicitan agendar reuniones.
Por último, el correo electrónico y herramientas como Slack pueden consumir mucho más tiempo del necesario si no se gestionan bien. Lo ideal es tener momentos específicos para revisar y responder mensajes —al inicio, mitad y final del día, por ejemplo— y silenciar notificaciones mientras se realiza trabajo profundo. Si es necesario, se puede activar el modo “no molestar”.
3. Desorganización
El último gran ladrón de tiempo es la desorganización. Se puede perder muchísimo tiempo buscando cosas o sintiéndose perdido.
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Empezar con un plan: Convertir la planificación diaria y semanal en un hábito ayuda a tener claras las prioridades y saber qué hacer a continuación. Si eso resulta demasiado, al menos escribir las tres tareas más importantes del día puede marcar una gran diferencia.
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Aprovechar los niveles de energía: Si alguien rinde mejor en las mañanas, debería reservar ese tiempo para tareas complejas, evitar reuniones y minimizar el tiempo en correo. Si el rendimiento mejora en la tarde, se pueden dejar las reuniones para la mañana y reservar el resto del día para trabajo propio.
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Ordenar el entorno: Si la desorganización física o digital está causando pérdida de tiempo, vale la pena dedicar unas horas a ordenar. Puede ser un par de horas seguidas o unos minutos al día para avanzar.
Fuente: Fast Company
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