11 noviembre, 2025

Andrea Chang salta al vacío y construye sus alas en el camino

Representa a una nueva generación de jóvenes que crean, lideran y se atreven a reinventar las reglas del marketing.

Por Milagros Sánchez Pinell

Determinación, disciplina y pasión resumen la historia de Andrea Chang, una joven mercadóloga que avanza con la velocidad de sus ideas.

Su historia con el marketing comenzó mucho antes de obtener su título en Administración de Negocios con énfasis en Mercadeo, cuando, aun siendo niña, se familiarizó con términos como segmentación de mercado gracias a las clases que impartía su padre.

A los 17 años lanzó su primer emprendimiento, 925 Costa Rica, una joyería de plata que la llevó a explorar el mundo digital y a certificarse en marketing durante la pandemia de COVID-19, el cual continúa activo.

Desde entonces, ha continuado aprendiendo y aplicando sus conocimientos. Amplió su formación en marketing digital, comunicación y negocios en Costa Rica, Perú, Indonesia, Australia y Madrid, en reconocidas instituciones como INCAE Business School, Tecnológico de Costa Rica (TEC), Disney World y la NASA, entre otras.

Su certificación más reciente fue en Argentina, país donde profundizó en estrategias de marketing digital y las nuevas tendencias en Inteligencia Artificial.

Del corporativo a lo propio

Su carrera profesional comenzó en Novazys, Premium Partner de Zoho en Latinoamérica, una empresa de software donde, con solo 18 años, pasó de ejecutiva de ventas a encargada de mercadeo.

Luego se unió a Costa Rica Sotheby’s International Realty como community manager, liderando redes en Costa Rica, Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Riviera Maya, entre otros mercados.

Continuó en DNAMIC como marketing specialist y en Snap Compliance como head of marketing, liderando estrategias regionales y proyectos de expansión en Latinoamérica.

De forma paralela trabajó como community & content manager freelance para Saint Honoré, manejando las redes de L’Occitane y Faces Beauty Costa Rica, solo por mencionar algunas de las más importantes con las que trabajó.

En 2024 decidió cerrar su etapa corporativa para fundar su propia empresa, Creando Ando, evolución natural de su marca personal Andrea Chang Marketing.

Actualmente se encuentra en un proceso de transición entre ambas, consolidando una estructura formal que combina la personalización de su marca original con el respaldo de una firma constituida.

“Me voy de la última empresa donde estuve. Mi mamá me dice: ‘¿Estás segura de lo que vas a hacer?’. Le respondí que lo peor que podía pasar, si iba a contratar gente, era que me tocara regresar al corporativo. Cualquier cosa con el personal, buscaba un préstamo, liquidaba a todos y volvía de donde vine. Sin embargo, salí con la convicción de que todo iba a salir bien”, relata.

Un año después de esa valiente decisión, lidera un equipo de 12 personas, entre colaboradores internos y externos, y una cartera de clientes en crecimiento que va desde pequeños emprendedores hasta marcas consolidadas de gran prestigio.

Para nuestra roaring 20, de origen nicaragüense-costarricense, cada logro nace del respeto, la pasión y la transparencia, tres valores que definen su manera de trabajar y liderar.

Cree que la disciplina es la base para cumplir con las metas en tiempo y forma, y para mantener un orden tanto hacia afuera como dentro del equipo.

Le gusta rodearse de personas con las que se sienta feliz de colaborar, convencida de que la pasión es el ingrediente que se refleja en cada resultado.

Considera que liderar implica acompañar y formar, además de dirigir. Suele repetir que “delegar es ir lento primero para ir más rápido mañana”, una frase que resume su estilo.

También da prioridad al bienestar y la salud mental de su equipo, especialmente por las generaciones con las que trabaja, y promueve momentos para reconectarse fuera del entorno laboral, como días creativos o actividades en grupo.

Estrategia con propósito

En cuanto a su filosofía de trabajo, ha construido un modelo que combina estrategia y propósito. Desde Creando Ando, impulsa un esquema que va más allá de los servicios convencionales de marketing, enfocado en la personalización y en la conexión humana detrás de cada marca.

Explica que, apuesta por un trabajo personalizado, alejado de los esquemas predefinidos. Prefiere escuchar, entender y diseñar estrategias a medida para cada cliente.

Es decir, el secreto está en reunirse con las personas, conocer su historia y transformar sus objetivos en resultados palpables.

Su receta para el éxito

Andrea cree que una de las características más comunes de su generación es el autosabotaje, por eso, habla del síndrome del impostor y de los momentos en que, a sus 23 años, siente que ha hecho poco.

“Tengo una lista donde me recuerdo todo lo que he hecho cuando me entra esa duda, porque a veces uno olvida cuánto ha avanzado y todo lo que ha construido”, reflexiona.

Considera que su fórmula del éxito se basa en la confianza en lo que hace, en el respaldo de su equipo y en el apoyo constante de su familia. A eso se suma la resiliencia, una palabra que para ella significa avanzar sin detenerse, es decir, moverse siempre hacia adelante.

Acostumbra a inspirarse en las historias de otros emprendedores y en las lecciones que extrae de sus podcasts favoritos, de donde surgió la frase “Emprender es saltar al vacío y construir las alas en el camino”, reflejo de su forma de ver la vida.

Cuando le preguntan por el futuro, responde que se lo imagina con la misma determinación con la que empezó. Su meta es seguir expandiendo Creando Ando, consolidar operaciones en la región y formar un equipo que mantenga los valores que la definen, con o sin su presencia.

Asimismo, visualiza la empresa como una plataforma donde más jóvenes encuentren oportunidades para desarrollarse y demostrar su talento.

Además de liderar su firma, es profesora de marketing digital en la Universidad Latina de Costa Rica, un espacio que le permite inspirar a nuevas generaciones y compartir las lecciones que ha aprendido en su camino.

Practica karate desde inicios de 2025, deporte en el que obtuvo el tercer lugar en su primera competencia, una disciplina que le ha enseñado resiliencia, constancia y concentración.

Sueña con formar una familia y mantener espacio para sus pasiones, entre ellas el deporte y la compañía de sus dos perros, Max y Donatella, a quienes considera parte esencial de su bienestar.