• 6 mayo, 2025

¡Te extrañé! Una postal para Verónica

¡Te extrañé! Una postal para Verónica

Una emotiva carta de amor, ausencia y fe, escrita para honrar a una madre fallecida durante la boda de su hija.

Por Karla Icaza, Vicepresidenta Ejecutiva de Gobierno Corporativo de Grupo Promerica.

Nuestros hijos, Alejandro y Verónica entregaron su matrimonio a Dios en una ceremonia preciosa en Antigua, Guatemala, donde año y medio antes se comprometieron. Para el compromiso, tu familia y la nuestra tuvimos la dicha de estar presentes y celebrar con ellos un día tan especial. ¡Te extrañé!

Karla Icaza, Vicepresidenta Ejecutiva de Gobierno Corporativo de Grupo Promerica.

Es curioso cómo, a pesar de que nunca pudimos conocernos en persona, entre la pandemia y nuestra salida del país, siento que te conozco de años. Hablamos muchas veces, algunas por video, otras por mensaje. Siempre estuve pendiente de tu tratamiento, de tu salud. Permaneciste en la pizarra donde anoto los nombres de las personas por las cuales estoy orando todo el tiempo, hasta que partiste a los brazos del Padre. Aún recuerdo la profunda tristeza que me dio borrar tu nombre.

Poco después del compromiso, comenzaron los planes de boda. ¡Te extrañé! La Vero me había contado que te encantaba cocinar y que eras muy detallista cuando hacías fiestas en tu casa. Desde el inicio le dije que estaba a la orden para lo que necesitara, pero no quería ser “metiche”; sabía que tenía un montón de tías que la iban a respaldar y apoyar con los preparativos, pero siempre me tomó en cuenta. Me enviaba fotos de los lugares para celebrar la boda, de los arreglos florales, del pastel, de los colores de los vestidos de las damas, etc. Recuerdo cuando fue por primera vez a buscar su vestido. Le dije que la acompañaría, aunque fuera virtualmente. Cuando comencé a recibir las fotos se me encogió el corazón. ¡Te extrañé! Pero ahí estuve, sentada en el desayunador de mi casa, viendo las fotos y dándole feedback. Pasaron unas semanas y me alegré mucho cuando vi que unas amigas la habían acompañado a la tienda donde finalmente compró su vestido. Yo sé que estuviste con ella y se lo dejaste saber de muchas maneras. Pero quiero que sepas que aquí estaba yo de “bateador designado”.

Estuve en el “brunch” que organizó la tía Luz Virginia para las damas y familia, muy bonito y emotivo. Casi al final, la tía Luz pidió que le diéramos consejos matrimoniales a la Vero. Algunas nos animamos a hablar. Las palabras que más me tocaron el corazón fueron las de la tía Ana Gladys quien mencionó que el mejor ejemplo de una gran esposa se lo habías dado vos.

El día de la boda, la Vero contrató a unas chicas para maquillarnos y arreglarnos el cabello. Cuando llegué estaban terminando de peinarla y maquillarla…wow que preciosa se veía… ¡Te extrañé! Pero sé que ahí estabas. En un momento no pude contener las lágrimas, entonces tomé el brazo de una de las damas y ambas caminamos hacia el jardín para que no nos viera llorar. Ella me dijo, ¡la extraño!

El lugar que escogieron para la ceremonia y la fiesta estaban de sueño. Pude verte en todos los detalles, las flores, las decoraciones, el pastel. Impresionante la cantidad de personas que llegaron de varios países; amigos del colegio, de la universidad, compañeros de trabajo, familia. Cuando el sacerdote daba la bendición, volaron dos palomas blancas con un collar rosado que se posaron cerca del altar, como dos testigos. Desde mi fe sentí que eran una representación del Espíritu Santo de Dios y tuya.

¡Que valiente fuiste! Sé que fue muy duro todo lo que viviste durante tu enfermedad. Cuando yo pasé por mi experiencia, no me dio miedo morirme, pero si pensé en el dolor que eso le causaría a mis hijos. A veces me pregunto, por qué yo estoy aquí y vos no, pero me consuela saber que la voluntad de Dios es perfecta y que cuando yo llegue a los brazos del Padre, nos vamos a encontrar, y vamos a platicar un montón. “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.” Romanos 8:28

Por lo pronto aquí estaré como “bateador designado”, presente por vos, acompañando a tu Vero y celebrando la preciosa familia que ella y Alejandro, con la ayuda de Dios, van a construir.

Etiquetas: Columna / conecta2 / emotividad / Karla Icaza

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