Otras señales de esta afección incluyen tener un rostro de aspecto más joven, bajos niveles de azúcar en sangre, un retraso en el desarrollo de los dientes y una pubertad lenta.
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Cuando un niño tiene deficiencia de la hormona de crecimiento (DHC), puede crecer mucho más despacio que otros niños de su edad y llegar a presentar baja estatura. También, puede presentar otros síntomas como rostro de aspecto más joven, un retraso en el desarrollo de sus dientes, bajos niveles de azúcar en sangre (bebés e infantes), constitución física gruesa, pubertad lenta, alteración del crecimiento del cabello y de las uñas, así como el órgano reproductor masculino más pequeño al nacer, entre otros.
La deficiencia de la hormona de crecimiento es catalogada como una enfermedad rara y aproximadamente uno de cada 4.000 a 10.000 niños la padece. Con el propósito de llevar innovaciones que cambian la vida de estos pacientes, Pfizer cuenta con un tratamiento llamado NGENLA® (somatrogón).
Esta enfermedad surge cuando la glándula pituitaria no produce suficiente hormona de crecimiento, la cual es necesaria para estimular el desarrollo de tejidos y huesos. Puede ser congénita -con la que nacen algunos bebés- o adquirida; es decir, puede iniciar en cualquier momento de la infancia.
“Existen alrededor de 10.000 enfermedades raras en el mundo 4 y solo el 6% cuenta con tratamientos específicos. 5 Asimismo, estos pacientes conllevan retos únicos, incluido el retraso en su diagnóstico y un acceso desigual a terapias. 5 Es por eso que, en Pfizer, buscamos comprender las necesidades e intereses de estas personas y aplicar la ciencia en el desarrollo de innovaciones que permitan mejorar su calidad de vida”, acotó la doctora María José Muñoz, gerente médico de Enfermedades Raras de Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC).
Si la deficiencia de la hormona de crecimiento no se trata a tiempo, algunas de sus consecuencias en los niños pueden ser desde no alcanzar una estatura normal cuando sean adultos hasta tener un retraso de la pubertad, entre otras.
Diagnóstico para una atención oportuna de la enfermedad
Los padres pueden ayudar a que sus hijos reciban la mejor atención, en caso de sospechas de un retraso en el crecimiento o baja estatura. Lo más importante es asistir donde el médico tratante o un endocrinólogo pediatra, quien revisará el historial del paciente y sus tablas de crecimiento, para buscar signos de desarrollo deficientes, factores de riesgo y otros padecimientos que puedan afectar (por ejemplo, hipotiroidismo o enfermedad renal).
Debido a que los niveles de la hormona del crecimiento en sangre suelen variar durante el día, un simple análisis de sangre no puede determinar si existe deficiencia o no de esta. Por ende, en los niños, el especialista puede referir radiografías de manos y muñecas para estimar la edad ósea; una resonancia magnética de la cabeza para conocer si existen problemas en el cerebro o en la glándula pituitaria; una tomografía computarizada de diversas partes del cuerpo o una prueba de estimulación de la hormona de crecimiento.
Es importante mencionar que si se obtiene un diagnóstico de deficiencia de la hormona de crecimiento, esta enfermedad no afecta el desarrollo de la inteligencia del infante.
Enfermedad tratable
Aunque la mayor parte de los casos de deficiencia de la hormona de crecimiento no son prevenibles, sí existe tratamiento, el cual el médico especialista determinará a partir de la edad del niño, su estado general de salud y otros factores.
Específicamente, el tratamiento consiste en la colocación de inyecciones de la hormona de crecimiento sintética, desde el hogar, y por lo general, suele extenderse por varios años, hasta que se complete el periodo de adolescencia. Cabe destacar que el profesional de la salud le indicará la frecuencia con la que debe llevar a consulta al niño, a manera de: comprobar qué tanto ha crecido, cómo está respondiendo ante el medicamento recetado y, en caso sea necesario, cambiar la dosis.
“Cuanto antes se trate la deficiencia de la hormona de crecimiento en un niño o una niña, mayores serán las probabilidades de que crezca hasta alcanzar una estatura adulta casi normal. Por esto, resulta importante alzar la voz sobre este padecimiento para generar una mayor conciencia entre la población y que quienes trabajamos en la industria, nos enfoquemos en desarrollar soluciones médicas que ayuden a minimizar la carga de esta enfermedad”, concluyó la doctora Muñoz.
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