• 17 abril, 2025

Mentiras en los niños: ¿por qué suceden y cómo manejarlas?

Mentiras en los niños: ¿por qué suceden y cómo manejarlas?

Expertos de The Conversation advierten que esta conducta hace parte de su desarrollo y en ocasiones se aprende en casa.

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En ocasiones es usual encontrarse en situaciones, especialmente aquellos que tienen hijos, en las que se descubre a un niño diciendo mentiras y pese a que se le demuestra que es irreal lo que está diciendo, éste se mantiene en su versión e incluso trata de demostrar su realidad, pese a incurrir en una falacia.

Si bien lo primero que muchos adultos harían es castigar al menor y demostrarle su error, expertos advierten que es necesario acudir a la madurez de los años y entender que eso sucede por razones que la ciencia ha demostrado y en muchos casos, está lejos de una intención de querer engañar a los demás.

De acuerdo con los catedráticos Mireia Orgilés y José Pedro Espada, expertos en psicología infantil y autores de un artículo publicado en The Conversation y la BBC de Londres, las mentiras en la infancia  sin que se deba ser interpretadas como señales de malicia o deshonestidad, sino como parte del proceso natural de crecimiento cognitivo, emocional y social, que deben transitar los niños.

Según estos analistas, desde edades tempranas, especialmente entre los tres y cuatro años, los niños utilizan la mentira como una estrategia para manejar situaciones incómodas o potencialmente castigables y lo hacen para evitar las consecuencias negativas de sus acciones, mantener una buena imagen ante los adultos o simplemente porque aún sin comprender del todo el impacto de sus palabras.

Niños y niñas

En estas primeras etapas, los niños carecen de habilidades como la teoría de la mente —la capacidad de entender que otros pueden tener pensamientos distintos a los propios— ni la anticipación de consecuencias y por ello, pueden negar hechos evidentes, como haber hecho un dibujo en la pared, creyendo sinceramente que los adultos podrían creer su versión.

Acá vale la pena tener en cuenta que un aspecto clave en este proceso es el aprendizaje por observación, gracias al cual, los niños son testigos frecuentes de lo que los adultos llaman “mentiras piadosas”, es decir, las excusas sin asistir a una reunión, ocultar un comportamiento o evitar una confrontación.

Sin embargo, con el tiempo interiorizan que existen momentos donde la mentira “funciona” y comienzan a imitar estas conductas. Si logran engañar sin consecuencias, perfeccionan su técnica. Si por el contrario son descubiertos, aprenden que la mentira genera desconfianza y deja de ser efectiva.

Niños

¿Qué hacer?

Para estos expertos, el papel de los adultos es fundamental para orientar este aprendizaje hacia una comunicación honesta. Los especialistas recomiendan, en primer lugar, evitar mentir frente a los niños, incluso en asuntos que parezcan inofensivos. Los menores necesitan ver en sus referentes un modelo de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Además, es importante evitar responder con castigos excesivos cuando un niño admite haber hecho algo indebido. Una sanción desproporcionada puede reforzar la mentira como mecanismo de defensa. En cambio, es preferible interpretar la conducta como una oportunidad para enseñar, explicando por qué estuvo mal y qué podría hacerse diferente la próxima vez.

Otro consejo clave es propiciar un ambiente de confianza donde el niño se sienta escuchado sin ser juzgado de inmediato. Darle espacio para expresarse reduce su necesidad de mentir para protegerse o evitar reprimendas. Es fundamental reforzar los beneficios de la sinceridad, premiar la honestidad con reconocimiento y convertir los errores en experiencias formativas.

Estos expertos cerraron advirtiendo que las mentiras en la infancia son una manifestación del desarrollo psicológico normal. Evite alarmar a los padres, sino ser gestionadas con comprensión, paciencia y buenos ejemplos. Cuando los adultos entienden el origen de estas conductas y responden de manera adecuada, ayudan a los niños a construir relaciones basadas en la confianza y la verdad.

 

 

Fuente: Portafolio

Etiquetas: educación niños / mentiras en diños

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