• 10 abril, 2025

Maritere Castellanos Esteve, de madre en cuarentena a figura del entretenimiento 

Maritere Castellanos Esteve, de madre en cuarentena a figura del entretenimiento 

Su historia es prueba de que la pasión y la creatividad pueden transformar una simple idea en un fenómeno capaz de conectar con miles de personas.

Por Milagros Sánchez Pinell

En tiempos de crisis, la risa ha sido su mejor aliada. Maritere Castellanos Esteve ha conquistado las redes sociales con su ingenioso contenido bajo el nombre de Madres en Cuarentena.

Desde pequeña mostró una pasión innata por la actuación y el baile, participando en comerciales de televisión. Sin embargo, su familia, con una visión más tradicional, la encaminó hacia una carrera en Relaciones Internacionales y Estudios Latinoamericanos en Tufts University, ubicada en Medford, Massachusetts, donde también tomó cursos electivos de actuación.

Aunque la vida la llevó por otros caminos, su amor por la comedia nunca desapareció. Fue en plena pandemia de COVID-19 cuando, sin imaginarlo, su destino dio un giro inesperado. Lo que comenzó como un simple desahogo personal en Facebook, impulsado por la iniciativa de su amiga periodista Silvy Escoto, pronto captó la atención.

Así, Madres en Cuarentena se convirtió en una comunidad digital en constante crecimiento, alcanzando 1,5 millones de seguidores en Instagram, más de 300 000 en Facebook y 162 000 en TikTok.

Su arrollador impacto la impulsó a trascender las redes sociales y conquistar nuevos escenarios, primero en el teatro y, más recientemente, en el cine. En 2024, debutó en su isla natal con cinco funciones completamente vendidas.

Actualmente, se prepara para su regreso a los escenarios con presentaciones en San Juan, Puerto Rico, el 2 de mayo en el Coca Cola Music Hall, y en Miami, el 16 de mayo en el James L. Knight Center.

A pesar de su trayectoria profesional en ascenso, Castellanos mantiene su vida familiar como prioridad. Casada desde hace casi 20 años con Jerónimo Esteve y madre de tres hijos, equilibra su carrera con su hogar en Orlando, Florida, donde reside junto a su familia y su perro, Tuna.

Su comedia es un reflejo auténtico de su día a día, manteniendo la espontaneidad y el humor que la caracterizan. Sin filtros ni grandes producciones, sus videos continúan viralizándose.

¿Cómo se define?

Me defino como una madre y esposa que toda su vida tuvo deseos reprimidos de ser actriz. La vida me llevó por diferentes caminos, pero la pandemia me abrió la puerta, o me dio una oportunidad accidentalmente, de poder canalizar todos esos deseos reprimidos y lograr mis sueños.

¿Cómo nace la idea de Madres en Cuarentena?

Durante la pandemia de COVID-19, con el homeschooling en pleno caos, me metí al baño, donde siempre me vienen las ideas, y grabé unos audios imitando acentos por diversión. Se los envié a mi amiga Sylvi Escoto, quien me sugirió que abriéramos una página en Facebook como un desahogo maternal. Luego grabé un video en el clóset, hablando como cubana, lo subí y, sin esperarlo, se volvió viral. Todo creció de forma orgánica, simplemente compartiendo lo que vivía. Sylvi luego regresó a la televisión, y yo seguí con la página sola. Sentía que debía continuar cuando recibía mensajes de personas diciéndome que, en sus momentos más difíciles, mis videos les sacaban una carcajada. Cuando la pandemia terminó, seguí compartiendo anécdotas del día a día, porque siempre hay algo de qué reírse.

¿Qué tipo de contenido comparte?

Comedia sana y cotidiana, pensada para toda la familia. Creo contenido que mis hijos puedan ver, aunque solo mi hijo mayor tiene acceso a las redes de forma limitada. Busco que la gente se identifique, ya sea como madre, hija, abuela, esposa, latina o americana porque llevo 20 años viviendo en Estados Unidos.

¿Cómo maneja el proceso de grabación y edición?

Sigue siendo muy orgánico. A veces pienso en prepararme más, pero las ideas surgen en el día a día, cuando estoy en el carro esperando a mis hijos o en casa. Simplemente agarro el teléfono y me grabo, sin luces ni producciones elaboradas. Creo que eso le ha gustado a la gente.

¿Es complicado mantener el balance entre su trabajo en redes y su vida familiar?

Mis hijos disfrutan participar en algunos videos, y eso ha creado recuerdos lindísimos. Hace poco vi videos del inicio de la pandemia y me di cuenta de cuánto han crecido y cuánto nos reímos juntos en ese proceso. Hubo momentos en los que me entusiasmé demasiado y me tomó tiempo entender que debía hacerlo por diversión, sin dejar que los comentarios definieran mi estado de ánimo. Aprendí a gestionar mejor mi tiempo, así que decidí grabar en las mañanas para que mis hijos y mi esposo nunca sintieran que por el teléfono les estoy quitando su espacio.

¿Qué límites nunca traspasa?

Las malas palabras porque todavía, al sol de hoy, mi mamá me regaña. Nunca entro en temas controversiales, políticos ni religiosos. Si veo que un video empieza a generar comentarios negativos y la gente empieza a fajarse, lo elimino. Me gusta mantener a Madres en Cuarentena como un espacio de diversión, un lugar para reírse un rato. Me desagrada la gente peleona y si les gusta pelear mejor que busquen otra página. Me reservo el derecho de admisión.

¿Cuáles han sido los mayores desafíos?

Uno de los más grandes fue convencer a mi familia. Al principio les pareció raro, como si me hubiera vuelto loca. Se preguntaban: “¿Ahora qué le dio?”. Al final, encontré un balance y le expliqué a mi esposo que esto era una parte de mí, que siempre había estado ahí, pero que nunca había podido desarrollar. Esto me hace feliz.

Otro desafío fue lidiar con las críticas y los trolls. Aprendí a ignorar o eliminar los comentarios desagradables. También me costó entender el mundo de las redes sociales. Cosas básicas como la duración de un reel, cómo grabar bien, agregar música… soy malísima con eso.

Y, por último, está el desafío de atreverme a llevarlo al siguiente nivel. Me han ofrecido representación con agentes y managers, pero me cuesta dar ese salto. Prefiero ir poco a poco, dejando que las cosas fluyan de manera natural, sin forzar nada.

¿Qué diferencias siente entre el teatro y la comedia en redes?

En redes se me quitó el nervio, todo fluye en el momento. En cambio, el teatro es una experiencia espectacular, pero me genera ansiedad antes de salir al escenario. A medida que lo siga haciendo, sé que me sentiré más cómoda. Ha sido un gran salto, y todavía me queda mucho por aprender y mejorar.

¿Le molesta que le digan «comediante»?

Para nada. Desde pequeña me encantaba hacer chistes. Mi abuelo y yo pasábamos horas en batallas de chistes, mis amigas también. Me encanta que me digan comediante, creo que es una profesión muy valiosa. Me gusta mucho más que me digan comediante a que me digan influencer, porque lo que quiero es alegrarles el día a las personas, más que influenciarlas.

¿Qué ha aprendido de usted misma en este trayecto?

A darme valor como mujer y como persona. Muchas veces, cuando nos convertimos en madres, dejamos de ser nosotras mismas y nos dedicamos por completo a los demás. Esa lucecita que teníamos de jóvenes se va apagando poco a poco. Ahora me permito encenderla de nuevo, sin descuidar lo demás, pero dándome mi espacio para hacer lo que me gusta.

¿Qué tan mamá normal y esposa es Maritere?

Mi vida es absolutamente normal y caótica, como la de cualquier mamá y esposa. Hay días en los que siento que voy a enloquecer y otros en los que digo: «¡Qué chévere todo!». Es una montaña rusa emocional, como la que viven muchas mujeres. He pasado por momentos difíciles. Mi esposo tuvo cáncer, sufrí pérdidas de embarazo y pasé cuatro meses en reposo absoluto por embarazo. En esos momentos de crisis, la comedia y la risa me ayudaron a sanar. Cuando comenzó la pandemia y vi que mis videos ayudaban a otras personas, entendí que, así como otros comediantes y películas me dieron alivio en momentos difíciles, yo también podía hacer lo mismo.

¿Hasta dónde se visualiza llegar?

Eso mismo me pregunta mi esposo y es difícil tener una respuesta porque la desconozco. Mientras siga manteniendo un balance, teniendo como prioridad mi familia, sin que esto cause ningún problema ni afecte mi matrimonio, lo seguiré haciendo.

Etiquetas: actriz / Orlando / Personaje de la semana / PUERTO RICO

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