Es un ingeniero industrial que combina su formación técnica con una profunda pasión por la cervecería.
Por Milagros Sánchez Pinell
Desde joven, Jonathan Pragnell se sintió atraído por la elaboración de cervezas, una pasión que comenzó a cultivar mientras realizaba sus estudios universitarios y lo llevó a convertirse en un empresario en la industria cervecera artesanal en Panamá.
Su trayectoria demuestra cómo la combinación de pasión, educación y experiencia puede dar vida a negocios innovadores y prósperos como Casa Bruja, una cervecería artesanal que se especializa en la elaboración de cervezas innovadoras y de alta calidad, con un enfoque en la experimentación y la creación de recetas únicas.
Antes de emprender, Pragnell relató que, tras mudarse a Estados Unidos a los 17 años para estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Purdue en West Lafayette, Indiana, Estados Unidos, se sumergió en el mundo del análisis y la producción.
Una vez que se graduó, trabajó en United Parcel Service (UPS) en Indianápolis, donde aprendió a optimizar procesos. Luego, decidió regresar a Panamá, asumiendo el cargo de gerente regional de Logística en CEVA Logistics, donde gestionó operaciones de bodega e inventario.
Posteriormente, se unió a las Naciones Unidas, trabajando en el Programa Mundial de Alimentos, mientras su interés por la elaboración de cerveza continuaba creciendo.
Historia de Casa Bruja
Cabe subrayar que la chispa que encendió su amor por la cerveza surgió cuando conoció a un maestro cervecero chiricano en Indianápolis. Desde 2007, Pragnell empezó a experimentar con cervezas caseras.
En 2011, dio un salto audaz: renunció a su trabajo en la ONU y se trasladó a Escocia para trabajar en Brewdog, una de las cervecerías más conocidas del Reino Unido. Allí, aprendió de los mejores y dejó atrás la corbata por un delantal y un saco de malta.
“Siempre quise hacer este negocio, pero deseaba aprender de una cervecería importante, y así fue como comencé con ellos en 2011″, afirma.
Al regresar a Panamá en 2012, Jonathan se asoció con su amigo Ricardo Fernández para realizar el business plan. Después, sumaron otros socios y juntos comenzaron a dar forma a un sueño que bautizaron “Casa Bruja”, donde, actualmente, ocupa el cargo de gerente general.
Sobre el nombre que adquirieron, recordó que fue una creación espontánea de su también amigo Noél Sánchez, quién gracias a su creatividad ayudó a que resonara con la identidad del proyecto.
“Simplemente sonaba cool, hay mucho de brut brew, del tema de brujería y de hacer pociones. Todo eso se amarró bien bonito y de allí salí enamorado del nombre «, explicó Jonathan del por qué hizo inmediatamente click con la marca Casa Bruja.
En diciembre de 2013, lanzaron al mercado cuatro recetas de cervezas artesanales. Hoy en día, la creación de nuevas recetas es parte de su rutina diaria, habiendo alcanzado más de cien variedades en 11 años desde su fundación. Cada año, lanzan de siete a ocho nuevas creaciones.
Cabe destacar, según su cofundador, que la esencia o identidad de Casa Bruja radica en su constante innovación y el compromiso con la calidad. Describe su cervecería como un espacio donde la creatividad fluye libremente, y donde cada receta es una oportunidad para experimentar.
“Es una marca que se distingue por sus constantes innovaciones de cervezas bien hechas y de alta calidad. Queremos continuar haciendo un branding divertido y bonito, un branding bien pensado. Nuestra meta es hacer la mejor cerveza que uno pueda pensar y continuar innovando con recetas nuevas y diferentes, pero que salgan bien”, aseguró.
Casa Bruja ofrece una sorprendente variedad de cervezas, que van desde las rubias más tradicionales hasta cervezas envejecidas en barricas de vino o whisky, de frutas, flores y hasta especias. Además, su catálogo incluye cervezas ácidas, amargas y secas, entre otros.
“El sabor que te puedas imaginar en tu cabeza posiblemente ya lo hemos hecho”, aseguró.
Entre sus productos estrella se encuentran la Fula, una rubia clásica, y Chivoperro, una IPA que ha ganado gran popularidad en el mercado panameño. Además, son conocidos por sus cervezas Gose, que son ácidas y se presentan en varias versiones como Gose Frambuesa y Gose Guayaba, consolidando su reputación en la comunidad cervecera.
A lo largo de estos 11 años, califica su experiencia en la cervecería como excepcional, destacando que el mejor trabajo es aquel que se realiza con pasión.
«Sigo feliz y contento, haciendo lo que me encanta. También, encuentro una profunda satisfacción al saber que nuestros productos hacen felices a nuestros clientes. A ellos les gusta lo que hacemos y vienen a probar nuestras cervezas”, expresa.
Además, Pragnell dice sentirse inspirado por el equipo con el que trabaja porque son un grupo de personas igualmente apasionadas que comparten su visión de crear algo único. Esta atmósfera de motivación y creatividad es lo que lo impulsa a venir al trabajo cada día.
“Como todos están muy apasionados por lo que hacen, nunca tienes que exigirles tanto porque se exigen ellos mismos para hacer lo mejor que puedan. Yo los guío para ir por la ruta correcta y que todos vayamos en la misma dirección. Pero, al final del día, todos están apasionados por lo que hacen, y yo les dejo hacer su trabajo con un poco de guía.
Durante esta década, Casa Bruja ha alcanzado un destacado reconocimiento en la industria cervecera, acumulando aproximadamente 70 medallas internacionales. Su logro más significativo fue en 2018, cuando su Gose Frambuesa se adjudicó la medalla de plata en la World Beer Cup en Estados Unidos, consolidando así su reputación por la calidad y la innovación en sus cervezas.
Actualmente, cuentan con un Tap Room que presenta tres espacios únicos de su universo: un bar/salón, un cuarto de añejamiento y un jardín industrial. En este lugar, los visitantes pueden disfrutar de cervezas de grifo y en botella, así como deliciosas opciones de comida y souvenirs. Además, tienen la oportunidad de realizar recorridos por la fábrica, donde pueden conocer de cerca el proceso de elaboración de sus cervezas.
Festival de cerveza artesanal y marca de café
Además de su éxito en la cervecería, Jonathan Pragnell es uno de los fundadores de Micro Brew Fest Panamá, un festival que celebra la cerveza artesanal en el país, cada mes de febrero.
Desde su inicio en 2013, el evento ha crecido hasta atraer a más de 13,000 personas el último año, convirtiéndose en un referente en la comunidad cervecera. Este festival promueve el arte de la cerveza, y crea un espacio para que las cervecerías locales se conecten y compartan su pasión con el público.
También es cofundador de Lost Origin, una empresa dedicada al procesamiento y la innovación en el café. En el Lost Origin Coffee Lab, busca redefinir la forma en que se procesa el café, combinando técnicas de fermentación y secado que elevan la calidad del producto.
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