El consumo de azúcar y su impacto en la salud: estrategias para reducir la ingesta

El alto consumo de este producto está estrechamente relacionado con el desarrollo de diversas patologías, entre ellas el sobrepeso y la obesidad.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcar libre esté lejos de superar e el 10% de la ingesta calórica total para mantener una alimentación saludable. Sin embargo, el consumo excesivo de este componente sigue siendo una preocupación mundial debido a sus efectos perjudiciales en la salud.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Colombia ha evidenciado que el alto consumo de azúcares está estrechamente relacionado con el desarrollo de diversas patologías, entre ellas el sobrepeso, la obesidad, las alteraciones hepáticas y los desórdenes del comportamiento.

Además, su impacto se extiende a enfermedades metabólicas como la diabetes y la hiperlipidemia, así como a afecciones cardiovasculares, el hígado graso y algunos tipos de cáncer. En el ámbito odontológico, el consumo elevado de azúcar también contribuye significativamente a la aparición de caries dental.

Si bien reducir la ingesta de azúcar puede representar un desafío, existen estrategias eficaces para mitigar la necesidad de consumir dulces. En este sentido, el doctor Antonio Escribano, especialista en Endocrinología y Nutrición, compartió en el programa Salud al día, de Canal Sur, un consejo práctico para frenar el deseo de consumir azúcar.

“Cuando a la gente le apetece un dulce, siempre parece algo irremediable. Yo siempre digo una cosa: si le apetece un dulce, coma primero una fruta”, expresó Escribano durante su intervención.

Según explicó, la clave está en la composición de estos alimentos. “La fruta tiene fructosa y el dulce tiene sacarosa, que son muy incompatibles. Nadie es capaz de comerse un dulce después de comerse una manzana. Y, sin embargo, es imposible comerse una manzana después de un dulce. Bueno, pues primero, la manzana”, añadió.

El especialista enfatizó la importancia de adoptar este hábito como una estrategia sencilla pero efectiva para reducir el consumo de azúcar. “Yo se lo digo siempre a muchos pacientes: póngase la manzana aquí y el dulce aquí”, afirmó mientras realizaba un gesto con las manos. “Elija primero la manzana y ya verá cómo el dulce no se lo come”, dice.

Esta recomendación se alinea con las pautas establecidas por la OMS y otros organismos de salud que promueven la reducción del azúcar en la dieta como una medida clave para la prevención de enfermedades crónicas. Además, el consumo de frutas no solo ayuda a controlar la ingesta de azúcar refinada, sino que también aporta fibra, vitaminas y antioxidantes esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Fuente: Portafolio

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