¿El cerebro se puede llenar de información?: mitos y realidades

Sin lugar a dudas, el cerebro humano es un órgano que despierta facionaciones,  entre los expertos, y en la comunidad en general dado que allí se alojan memorias, conocimientos y también es el centro del desarrollo de habilidades que a diario se necesitan, ya sea para sobrevivir o en el ámbito profesional o lúdico.

Una reciente investigación de National Geographic se dio a la tarea de resolver el interrogante de si “¿podría llenarse el cerebro de información y dejar de aprender?”, abordando las características de esta parte del cuerpo y el riesgo que correrían las personas de ser incapaces de asimilar nuevos conocimientos.

“En la máquina por excelencia con la que se compara el cerebro, un ordenador, esta situación sí que puede llegar a ocurrir. Una vez se llenan completamente los discos duros, el ordenador se atasca y deja de funcionar. Pero en un cerebro la forma de procesar la información es mucho más compleja”, indicaron.

Un primer elemento que abordaron los científicos en este análisis fue lo que se conoce como “cableado neuronal”, que dicho de forma simple, consiste en la capacidad que tienen las neuronas de establecer conexiones unas con otras.

“Esta habilidad, que se ha podido observar en directo con neuronas cultivadas en el laboratorio, es obra de los axones, filamentos que surgen de la propia neurona. Por dentro de estos axones circulan los neurotransmisores, moléculas que actúan como mensajeros y que son la base de la comunicación neuronal”, señalaron.

En el cerebro hay aproximadamente 86 000 millones de neuronas, con un número exorbitante de conexiones (más de 150 trillones), que generar todo un entramado celular del que dependen recuerdos y aprendizajes.

Dicho esto, resaltan que aunque es normal hablar del cerebro desarrollado y que dicha cualidad se alcanza a los 25 años, con el tiempo se ha desmitificado, demostrando que aunque hay una edad en la que el cerebro deja de crecer, su transformación y cambio es imparable y por el contrario se adapta a las realidades de cada persona, lo que se conoce como sinapsis.

“Muchas de las sinapsis que se crean están asociadas a respuestas que jamás se volverán a dar y, por tanto, las neuronas nunca destinan recursos a mantenerlas. En cambio, otras conexiones sí que se dan en más de una ocasión y, por tanto, se van reforzando con el tiempo. Por ello, para desarrollar una habilidad, o para memorizar, las claves son la práctica y la repetición”, indicaron.

Tomando únicamente como referencia la teoría de la sinapsis y la capacidad de las neuronas para adaptarse a los cambios, desde National Geographic dicen que sí se podría llenar “una vez todas las neuronas creasen todas las conexiones posibles unas con otras”,advierte que algo casi improbable de que suceda.

“Se trata de un número tan absurdamente enorme que es imposible que se dé en el lapso de una vida. Además, una de las propiedades más importantes del cerebro es que es capaz de olvidar, y con ello, las sinapsis desaparecidas pueden reaprovecharse para generar nuevos recuerdos y conocimientos”, concluyeron.

Mientras tanto, los investigadores siguen ahondando en los misterios de este órgano, sin dejar a un lado otras perspectivas como la de que nunca se llega a desarrollar todo su potencial, dado que tiene un fraccionamiento complejo, que evoluciona o se estanca, según los hábitos de cada persona.