Entre sus proyectos más recientes destaca el plan piloto Movilidad Verde, que demostró cómo la mezcla de etanol con gasolina puede transformar la movilidad en Guatemala.
Por Milagros Sánchez Pinell
Hace 19 años, Aída Lorenzo asumió la dirección de la Asociación Promotora de Combustibles Renovables de Guatemala (ACR), sin tener un conocimiento profundo del sector, pero con un firme deseo de aprender y contribuir a un cambio significativo en su país.
Su trabajo ha sido clave para posicionar los biocombustibles como una alternativa sostenible frente a los desafíos energéticos y medioambientales de la región, consolidándose como una de las principales promotoras de estas fuentes de energía renovable en Centroamérica.
Aunque inicialmente desconocía el sector de los biocombustibles, su curiosidad y determinación la impulsaron a aprender rápidamente sobre sus beneficios y el enorme potencial que estos tienen, tanto en Guatemala como en el resto del mundo.
Lo anterior la llevó a profundizar en áreas como las energías renovables, la bioenergía y el cambio climático, siempre con un enfoque claro en la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos naturales.
Con más de 24 años de experiencia profesional, ha trabajado como consultora nacional e internacional en áreas como energías renovables, bioenergía, gestión de residuos y cambio climático.
Además, ha compartido su conocimiento como docente en diversas universidades, impartiendo clases sobre biocombustibles y temas ambientales a nivel de licenciatura y maestría.
“Me encanta dar clases, enseñar lo que sé y dejar huella en los estudiantes. Amo enseñarles que debemos ser más conscientes en el tema ambiental, que debemos hacer nuestra parte en nuestro metro cuadrado y ser parte de la solución, más que del problema”, dice.
Paralelamente a su labor como gerente general de ACR, es coordinadora del Grupo de Mitigación de Gases de Efecto Invernadero del Sistema Guatemalteco de Ciencias de Cambio Climático y representante en temas de mitigación ante el Consejo Nacional de Cambio Climático de Guatemala.
De igual manera, coordina dos comunidades de práctica en Latinoamérica y el Caribe en la plataforma LEDS LAC: una sobre Bioenergía y otra sobre Reducción de Emisiones de Metano de Fuentes Orgánicas (MetLAC).
En 2024 fue elegida Líder de Bioenergía Sostenible en el equipo de los Campeones del Clima, una iniciativa global respaldada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en reconocimiento a su labor en la promoción de la bioenergía para la mitigación del cambio climático.
Recientemente, fue galardonada con el premio “Ethanol Woman of the Year” en Brasil, por su impacto en la industria de los biocombustibles.
“Me siento muy bendecida y honrada por este reconocimiento, que me recuerda mi trayectoria de 19 años en este campo, lo aprendido, lo aportado a mi país y lo que aún falta por lograr. Es un gran orgullo que mi trabajo sea reconocido en Brasil, principal promotor de los biocombustibles. Me honra poner en alto el nombre de Guatemala y de las mujeres”, expresa.
Visión personal y filosofía de vida
Aída Lorenzo nació el 25 de diciembre de 1976 en Guatemala, siendo la menor de tres hermanos. Es hija de padres trabajadores y amorosos, quienes siempre estuvieron presentes en su vida.
Desde hace 21 años está felizmente casada con Oliver Juárez y es madre de Miguel Andrés y Pedro Pablo, a quienes apoya en sus actividades, desde campeonatos de fútbol hasta conciertos y partidos de baloncesto.
Obtuvo su diploma de Bachiller en Ciencias y Letras en el Liceo Secretarial Bilingüe y se formó como Bachiller en Arte Especializado en la Escuela Nacional de Danza de Guatemala.
Posteriormente, cursó la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad Rafael Landívar y obtuvo dos maestrías: una en Administración de Negocios en la Universidad Mesoamericana y otra en Educación con especialidad en Asesoramiento Educativo Familiar en la Universidad Complutense de Madrid.
También completó programas en Gerencia en la Sostenibilidad y Consultoría en Gestión y Administración Ambiental en INCAE, Costa Rica.
Además de su faceta profesional, es una mujer profundamente creyente, comprometida con su fe católica y con el fortalecimiento de la familia como base fundamental de la sociedad.
Como coordinadora de la Pastoral Arquidiocesana de la Vida de Guatemala, promueve la cultura de la vida y la importancia del matrimonio. También, es voluntaria en Franciscanos en Acción, donde busca devolver un poco de lo que Dios le ha dado.
Para la experta, el equilibrio entre su vida personal y profesional es fundamental. “Mi familia es lo principal, el único ámbito en el que soy insustituible y donde puedo formar hombres de bien. En la Asociación he tenido flexibilidad, ya que trabajo medio tiempo, lo que me permite realizar otros proyectos y voluntariados. El apoyo de mi esposo ha sido vital. Juntos somos un equipo y me respalda en mi crecimiento personal y profesional”, subraya.
Liderazgo y desafíos en la promoción de los biocombustibles
Como gerente general de ACR, promueve la producción y uso de biocombustibles sostenibles en Guatemala y la región. Su labor incluye la organización de capacitaciones, talleres, foros y mesas de diálogo, tanto a nivel nacional como internacional, para dar a conocer los beneficios de estos combustibles, los cuales ya han sido implementados con éxito en más de 60 países alrededor del mundo.
“Queremos que pronto se empiece con un programa nacional de mezcla de etanol en la gasolina y que se usen otros combustibles renovables como el biodiesel y biogás para dejar de depender totalmente de la importación de gasolina y diésel”, señala.
Afirma que Guatemala tiene un gran potencial para producir y utilizar biocombustibles y desde hace más de 40 años, el país exporta etanol a Europa y Estados Unidos, donde lo utilizan para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, cuestiona el desinterés hacia la falta de acceso de los guatemaltecos a combustibles más limpios y una mejor calidad de aire.
“¡Claro que nos merecemos tener un mejor país! Y por eso sigo promoviendo los biocombustibles. Espero que en enero del 2026 logremos tener un programa de mezcla para que todos los ciudadanos se vean beneficiados”, manifiesta.
Uno de sus mayores desafíos ha sido lograr que las personas comprendan el vínculo entre la agricultura y la energía.
“Cuando se habla de energía, muchos solo piensan en electricidad, pero necesitamos que entiendan que la energía térmica y la energía química, como los biocombustibles, son igual de esenciales para nuestra vida cotidiana”, añade.
Como mujer en un sector predominantemente masculino, ha enfrentado retos adicionales, pero su perseverancia y compromiso han sido clave para abrirse camino.
“Es un mundo de hombres y muy pocas mujeres, pero siempre me han dado mi lugar. Desde mi visión y corazón femenino le he puesto el toque que se necesita. Hombres y mujeres somos diferentes, pero nos complementamos. Cada uno aporta de diferente manera, aunque sí deberíamos tener acceso a las mismas oportunidades y por eso hay que seguir trabajando”, destaca.
Indudablemente, su trayectoria se caracteriza por una combinación de liderazgo práctico, conocimiento técnico y un profundo compromiso con la educación y el desarrollo sostenible.
Aunque falta mucho camino por recorrer, Aída Lorenzo quisiera ser recordada como una mujer que luchó por un mejor futuro para Guatemala, promoviendo el diálogo y el conocimiento sobre los biocombustibles. Su objetivo es lograr que puedan usar etanol en la gasolina, mejorando la calidad del combustible y del aire, y reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles para un futuro más limpio y sostenible.
- Dalia Aguiló Quéliz y la ciencia de sanar con empatía - 24 noviembre, 2025
- Andrea Chang salta al vacío y construye sus alas en el camino - 11 noviembre, 2025
- Juan Carlos de la Vela une en indigitall innovación y visión - 6 noviembre, 2025
