20 junio, 2024

Una islandesa con corazón catracho

Adda de Molina nació en Reykjavik, capital de Islandia, posteriormente emigró a Honduras, donde ha vivido la mayor parte de su vida y es considerada un agente de cambio.

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Por Milagros Sánchez Pinell

Se define como una mujer visionaria del empoderamiento femenino, promotora del emprendimiento y de empresas tecnológicas y disruptivas en Honduras, donde ha vivido y formado una familia.

Es la fundadora de la plataforma digital Plazza.com, el primer marketplace hondureño enfocado en apoyar a emprendedores que se dedican a la venta de productos nuevos y usados, mediante diversos métodos de pago y con diferentes formas de envío a nivel nacional e internacional.

Además, Adda de Molina es directora ejecutiva de la “Fundación Startup» y directora del proyecto “Honduras Digital Challenge», que impulsa emprendimientos digitales.

Próximamente, lanzará su segunda plataforma: www.Guruslatam.com, la cual se enfocará en apoyar a los emprendedores de la industria de servicios o freelancing y presentará un proyecto diseñado para las mujeres bajo el nombre “Powered by Adda”.

Indudablemente, es una emprendedora de nacimiento, cuya historia profesional inició en el rubro del marketing, específicamente en la industria del Fast Food, manejando el mercadeo de Burger King para la empresa INTUR en Honduras. Su excelente desempeño le abrió las puertas de otras empresas como PEPSI y Digicel.

También incursionó en la banca, retail y comunicaciones, donde manejó todas las áreas funcionales de las empresas, brindándole una visión completa de negocio que, posteriormente, le ayudó en su etapa de emprendedora.

Estudió Psicología en Barry University en Miami, Florida, y Mercadotecnia y Ventas en la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC), ubicada en Tegucigalpa, Honduras.

Adda está casada con Mauricio (conocido como Matto) desde hace 34 años y quien fue su novio desde los 13 años. Es la orgullosa madre de Nicole, licenciada en Comunicación y Medios Emergentes con una maestría en Administración de Empresas y a punto de concluir una segunda maestría en Gestión de Proyectos, Metodología Ágil y Scrum Master.

Su “pequeña familia” a como le llama Adda, también la conforman tres gatos y tres perros, ya que reconoce que le encantan los animales.

¿Todavía hay algo de islandesa en usted?

Por razones de trabajo mi familia decidió trasladarse a San Salvador, unos años después a Managua y finalmente nos instalamos en Honduras. Sin embargo, mis raíces islandesas son muy fuertes. Junto con mi madre, quien vive a la par nuestra y mi padre, a quien cuido y vive conmigo, conservamos y practicamos muchas de nuestras tradiciones, especialmente en la comida, costumbres y cultura. Entre nosotros procuramos hablar en islandés y eso me permite comunicarme fácilmente con mi familia cada vez que la visito en mi país.

Desde niña fue emprendedora, ¿cómo marcó su vida esa cualidad?

Mis padres siempre emprendieron, así que, desde muy pequeña estuve involucrada en el desarrollo y manejo de sus negocios. Una de las empresas que mi padre formó y fue super innovadora y disruptiva, en su momento, fue un TV Club que consistía en el alquiler de películas y máquinas tragamonedas con juegos de video. Por otro lado, empecé mis propios negocios a una temprana edad. Recuerdo que traía productos esenciales para bebés y los vendía, en aquel entonces, a Supermercados La Colonia. Llegaba con un gran maletín de muestras y creo que me compraban por lástima porque era la única chiquita. Sin embargo, mis productos eran de buena calidad y tenían buen precio. La verdad es que siempre tuve esa pasión por vender y ser independiente económicamente.

¿Qué características suyas son las que más definen su trayectoria?

Tener una visión clara de los objetivos que quiero alcanzar. También, la perseverancia, resiliencia, enfoque, dedicación, mantenerme actualizada y vigente, sumado a la seguridad en mí misma y una inteligencia emocional. Todas estas características me han ayudado a mantenerme siempre en pie y a la vanguardia.

¿Cuáles han sido sus mayores desafíos?

Ser mujer en un mundo que está diseñado para hombres. Romper el techo de cristal es difícil, pero lo he logrado en varias ocasiones y seguiré trabajando para evitar que nuevas generaciones de mujeres se enfrenten a este obstáculo.

¿Considera que ser una mujer disruptiva ha sido la clave de su éxito?

¡Totalmente! Considero que, más que tener una gran idea, hay que desarrollarla, trabajar duro para lograr la meta y levantarse cada vez que los obstáculos se interpongan para alcanzar el éxito. Además de prepararte y blindarte ante los anticuerpos que genera el ser diferente y visionario, como la falta de aprecio o envidia que pueda causar lo que haces y que tratan de denigrar tu idea o proyecto esperando que fracases.

¿Qué tipo de líder se considera?

Soy una fiel creyente del liderazgo participativo con estilo coaching. Mi mayor satisfacción es ver cómo los miembros de mi equipo se desarrollan y crecen a nivel profesional y personal.

¿Por qué cree que es importante fortalecer el empoderamiento de las mujeres en la sociedad?

Está comprobado que las mujeres contamos con una capacidad de sobrevivencia y resiliencia única en tiempos de crisis. Las mujeres somos quienes hemos sacado adelante la industria, la economía y la familia. Somos “multitasking” por naturaleza, pero, a través de la historia nunca se nos reconoce como iguales. Pienso que debemos luchar por tener el lugar que nos corresponde como iguales ante los hombres, es la única forma de lograr una sociedad en paz y desarrollo. En resumen, el empoderamiento de las mujeres es un asunto de justicia social y una estrategia clave para lograr un desarrollo sostenible y equitativo de la sociedad.

¿Cómo quiere inspirar a los demás con su ejemplo?

El mejor ejemplo que puedo dar es ayudar a que otros emprendimientos tengan éxito y apoyarlos con los vehículos que he creado (Plazza, Gurus y Powered by Adda, entre otros). Mi meta es recorrer esa ruta juntos, ya que les permitirá una aceleración local e internacional para que sean competitivos, y a su vez, logren estabilidad económica.

¿Cuál de sus proyectos la hace sentir más orgullosa?

Mi familia. Ellos son mi centro, la base e inspiración para todo lo que hago. Ver a mi hija convertida en una profesional exitosa y con un gran futuro me llena de orgullo y felicidad. Asimismo, tener a mis padres y contar con su apoyo siempre. Siento orgullo de llegar a mi casa cada noche, luego de una jornada dura de trabajo, y contar con el apoyo de mi maravilloso esposo, Matto. Él hace que mi espíritu de lucha nunca cese.

¿Cómo logra conciliar tantas responsabilidades con la familia?

Tengo un esposo extraordinario que me ha apoyado siempre, es uno de los grandes pilares en mi vida. Mi madre también ha sido fundamental para poder balancear mis responsabilidades. Ahora sumo a mi hija, quien es muy buena asesora.

Después de todo lo que ha logrado ¿cómo se definiría hoy en día?

Como una mujer luchadora e incansable que siempre hará hasta lo imposible por lograr lo que se propone y alguien que desea lograr un impacto social porque esa es mi esencia.

¿Hay todavía pendientes en la vida de Adda de Molina?

¡Muchos! Todos los días se me ocurren nuevas ideas que voy anotando y poco a poco iré desarrollando. Amo a Honduras y quiero ver a este país crecer y estar a la vanguardia en el mundo digital. Hay mucho por hacer, pero mi energía es inagotable.