Su objetivo es consolidar a Claro como la opción preferida de conectividad y entretenimiento para el hogar, con la satisfacción del cliente como eje central.
Por Milagros Sánchez Pinell
Con una trayectoria de 27 años ininterrumpidos en el sector de telecomunicaciones, todos ellos dentro del mismo grupo empresarial, Rodrigo Zubieta ha construido un liderazgo basado en la experiencia, la evolución constante y el compromiso con la transformación digital de la región.
Hoy, como director comercial regional de Servicios Fijos en Claro Centroamérica, lidera una operación compleja enfocada en ampliar la cobertura de red, garantizar servicios de alta calidad y asegurar que el negocio sea productivo y rentable.
Su vínculo con la industria de telecomunicaciones comenzó en 1997, después de graduarse en Administración y Finanzas en la Universidad Panamericana y luego de pasar por algunos trabajos breves.
Ese mismo año ingresó a Telmex, empresa que, tras su proceso de privatización, marcaba el inicio de una nueva etapa para las telecomunicaciones en México. Con el tiempo, y como parte de la evolución del sector, Telmex dio paso a Claro dentro del grupo América Móvil.
Zubieta fue testigo directo de momentos importantes en la industria, desde la expansión de líneas fijas en los hogares y el surgimiento del internet de dial-up, hasta los primeros servicios digitales personalizados como el “sígueme” o las llamadas tripartitas.
“Cuando has sido testigo de los primeros grandes pasos de esta gran industria y compañía te conviertes inevitablemente en un apasionado de tu trabajo”, afirma, en referencia a lo que lo inspira y lo mantiene apasionado por el sector de telecomunicaciones.
Cabe destacar que su recorrido por diferentes áreas de la empresa le ha otorgado una perspectiva 360, es decir, una visión integral que le permite articular entre funciones, entender procesos y liderar equipos diversos con eficacia.
Orígenes, valores y formación personal
Rodrigo Zubieta se define como una persona entusiasta, comprometida y tenaz, a quien le encantan las relaciones públicas, el contacto humano y el trabajo en equipo.
Nació y creció en la Ciudad de México, en una familia grande, protectora y unida, siendo el tercero de cinco hermanos. Su crianza estuvo marcada por la cultura del trabajo, ejercida con disciplina, responsabilidad y ética.
“Hago hincapié en lo de ser el hijo del medio porque, en aquella época, se hablaba mucho de las desventajas de esa posición. Mis padres, atentos a esas teorías, aplicaron lo que llamaban educación antisándwich. Me dieron siempre la oportunidad de participar e integrarme tanto con los hermanos mayores como con los menores. Esa decisión influyó mucho en mi personalidad”, explica.
Sus padres, originarios de Campeche y descendientes de españoles que huyeron del franquismo, emigraron a la capital en busca de un mejor futuro.
En cuanto a su crecimiento profesional, lo atribuye a una combinación de factores. Destaca el aprendizaje junto a figuras importantes dentro del grupo, como Oscar Von Hauske, COO de América Móvil.
“Él me ha ayudado a desarrollarme bajo el perfil del liderazgo humano y la capacidad para gestionar de manera simultánea y efectiva múltiples proyectos”, manifiesta.
Por otro lado, reconoce que el desarrollo de ciertas habilidades ha sido determinante para avanzar en una industria tan exigente y con tantas aristas operativas.
Entre ellas, menciona la integración de equipos multidisciplinarios, la comunicación efectiva, el trabajo colaborativo y la capacidad para resolver problemas de forma ágil en entornos de alta demanda.
Además, mantenerse en constante aprendizaje le ha permitido adaptarse a los cambios del mercado, identificar nuevas oportunidades y anticiparse con rapidez a los movimientos de la competencia.
Ese enfoque se complementa con los pilares que guían su estilo de gestión como son el promover el talento, fomentar la autonomía y construir equipos que operen con confianza y propósito.
“Creo en impulsar a los colaboradores, tanto en lo individual como en lo colectivo. Es la clave para tener un equipo autónomo y operar con la certeza de que llevarán sus compromisos hacia buen puerto”, dijo.
También señala que pone especial atención en los pequeños logros, convencido de que abren las puertas a nuevas oportunidades de negocio y desarrollo humano. Para él, la satisfacción del cliente es innegociable y uno de los factores clave del éxito empresarial.
Adaptarse a contextos diversos
En cuanto a su filosofía de liderazgo, explica que nunca se encasilla en un solo estilo, pero que siempre busca involucrar al equipo en la toma de decisiones.
“Eso los hace comprometerse, sentirse responsables del resultado y desarrollar sus talentos. Trato de buscar el bienestar general de todos los miembros del equipo y transmitirlo, para que esa preocupación genuina se refleje en cadena”, expresa.
Sobre los desafíos enfrentados a lo largo de su carrera, destaca la necesidad de adaptarse a realidades de mercado muy distintas en cada país. En algunos, como México o Guatemala, donde Claro lidera el sector, el reto es mantener esa posición con estrategias sólidas. En otros, como Costa Rica, donde el mercado es más fragmentado y compite con un operador estatal, el enfoque debe ser diferente.
“La operación en cada país representa un desafío. Aunque hay similitudes, cada mercado tiene particularidades y competidores diferentes”, sostiene.
Ese aprendizaje constante en distintos contextos y escenarios le ha dado una capacidad valiosa que consiste en anticiparse a los movimientos del mercado y de la competencia, y ajustar la estrategia para estar un paso adelante.
Actualmente, considera que su mejor aporte a la empresa ha sido precisamente esa experiencia acumulada, que le permite detectar ineficiencias, mejorar procesos y ejecutar con mayor agilidad.
“Me ha permitido mejorar la ejecución de los equipos de trabajo, lo que ayuda a conseguir resultados de manera más rápida y eficiente”, afirma.
Una visión de legado
Entre los logros que más satisfacción le han dado, destaca haber formado parte del equipo que alineó todas las operaciones del grupo, permitiendo que Claro se consolidara como líder en la mayoría de los países donde tiene presencia.
“El éxito es siempre compartido, así como los fracasos, pero me llena de satisfacción haber formado parte del equipo que alineó a todas las operaciones del grupo para ser hoy líderes en la mayoría de los países donde tenemos presencia”, expresa.
Ese trabajo lo llevó a asumir uno de los retos más complejos de su carrera que fue dejar su país, junto a su esposa e hijos, para liderar Claro Centroamérica, una de las regiones más competitivas del sector.
Después de seis años de ese desafío, asegura que el resultado ha sido un crecimiento sostenido y una ruta clara hacia el liderazgo en todos los mercados, con el respaldo de su equipo y la guía de Oscar Peña, CEO para Centroamérica.
Con 27 años en la empresa, Zubieta sigue orientando sus esfuerzos a impulsar el cambio, siempre con foco en la satisfacción del cliente y en el desarrollo de la conectividad en la región.
“Me gustaría ser reconocido como alguien que siempre veló por la integridad y desarrollo de su gente, y que hizo crecer a quien tenía ganas de hacerlo. Espero que todas las personas con las que me crucé o interactué hayan recibido de mí algún tipo de apoyo, o por lo menos lo que estuvieran esperando”, reconoce.
Equilibrio entre carrera y familia
Además de sus responsabilidades profesionales, también valora profundamente su vida personal. Subraya la importancia de mantener un equilibrio entre ambas, algo que admite puede resultar difícil en una industria tan demandante.
Aun así, tiene claro que su familia es su mayor soporte.
“Todos los logros que he obtenido en el plano profesional nunca se hubieran conseguido sin su apoyo incondicional. Ellos también se enfocaron en lograr su propia realización personal y familiar en un nuevo entorno”, dijo para finalizar.
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