• 9 diciembre, 2025

Paolo Delaunay cambia la forma de enviar dinero a Centroamérica

Paolo Delaunay cambia la forma de enviar dinero a Centroamérica

Retrata a una generación que busca modernizar el sistema financiero con ideas frescas y una mirada humana.

Por Milagros Sánchez Pinell

Desde la necesidad de simplificar el envío de dinero entre países surgió Tumoni, una plataforma que Paolo Delaunay cofundó para conectar a las familias centroamericanas a través de la tecnología financiera.

Escuchar a las personas fue el punto de partida de la compañía, una idea que tomó forma cuando su equipo entendió que más que una cuenta bancaria, la mayoría necesitaba una solución práctica para enviar remesas o conseguir un préstamo con facilidad.

“En Centroamérica, solo un tercio de la población está bancarizada y esa realidad se ha mantenido estable durante las últimas décadas. Estamos acá para cambiar eso”, afirma.

Según su cocreador, Tumoni funciona con un sistema que elimina intermediarios y convierte una transferencia internacional en un proceso tan simple como mover dinero dentro de un mismo banco.

El modelo reduce costos, elimina comisiones y ofrece acceso a servicios complementarios que fortalecen la economía de los usuarios.

“El impacto social inmediato se ve reflejado en nuestro modelo de negocio, que en vez de cobrar por las transferencias, preferimos transmitir ese ahorro a los usuarios y enfocarnos en crearles más valor”, expresa.

Con esta visión, la empresa se ha consolidado como una alternativa real dentro del ecosistema financiero centroamericano, impulsando la inclusión digital con empatía y tecnología al servicio de las personas.

Trayectoria, visión y liderazgo

Estudió Relaciones Internacionales y una maestría en Administración de Empresas, etapas que marcaron el inicio de su interés por crear soluciones que generaran impacto.

Su primera experiencia emprendedora fue con Symbio, una empresa de agrotecnología en Centroamérica que le permitió aprender sobre ventas, finanzas y desarrollo tecnológico.

Más tarde se trasladó a Alemania, donde se unió a un startup en plena expansión y vivió de cerca el crecimiento acelerado de una compañía que pasó de 600 a casi 3500 empleados.

Esa etapa, llena de aprendizajes sobre liderazgo, estrategia y adaptación, lo preparó para emprender su propio camino y cofundar Tumoni, un proyecto que combina su visión global con su compromiso por mejorar la vida de las personas en la región.

Su trayectoria profesional también está entrelazada con una historia personal marcada por la curiosidad y el movimiento.

Paolo nació en Normandía, Francia, hijo de madre nicaragüense y padre francés. Tiene tres hermanas, un hermano y una perrita labrador llamada Papaya.

Narra que pasó su infancia entre Burkina Faso, Brasil y Colombia antes de establecerse en Nicaragua, país donde vivió gran parte de su adolescencia y juventud.

Desde pequeño, recuerda que mostró una inclinación natural por construir cosas, fascinado por los Legos y los procesos que daban forma a lo que imaginaba.

Su interés por la tecnología y el emprendimiento surgió de su propia personalidad, una combinación de curiosidad, impaciencia y deseo de crear.

Afirma que estas características lo llevaron a buscar espacios donde pudiera avanzar con libertad y creatividad, convencido de que ese entorno era el que mejor potenciaba su crecimiento.

Se define como alguien inquieto y curioso, movido por el deseo de aprender. Ha probado la pintura, el rugby y la carpintería, pero nunca ha dejado de tocar guitarra, leer, cocinar y subirse a su moto.

“Tiendo a tener ‘pasatiempos del año’, porque persigo el sentimiento de aprendizaje acelerado que se tiene en las primeras etapas de inmersión en algo nuevo”, dice.

Retos y aprendizajes

En su papel como cofundador y CEO de Tumoni, combina la estrategia con la gestión del equipo, levanta capital, define prioridades y acompaña a las personas en su desarrollo para que crezcan con autonomía y confianza dentro de la organización.

“Para mí, la meta del liderazgo es hacerme redundante”, expresa con serenidad, convencido de que un equipo alcanza su madurez cuando puede avanzar con claridad y propósito sin depender de su guía constante.

Su estilo de liderazgo es adaptativo y se ajusta a las personas y los contextos, guiado por la idea de que cada decisión debe beneficiar al usuario y que la inspiración surge cuando el equipo comparte una meta común.

“Tengo la suerte de operar en un espacio en el cual la meta de la compañía en sí es más grande que todos nosotros como individuos, y en donde sabemos que la diferencia que podemos hacer en la vida de cada uno de nuestros usuarios puede tener un impacto inmenso en su futuro”, expresa.

Por otro lado, emprender en el sector financiero ha significado enfrentar desafíos regulatorios, tecnológicos y comerciales que pusieron a prueba la paciencia y la visión del equipo.

El lanzamiento de Tumoni tomó más de dos años y exigió construir alianzas estratégicas, adaptarse a infraestructuras antiguas y operar en un entorno complejo, pero ese recorrido fortaleció la estructura de la empresa y consolidó una ventaja competitiva difícil de replicar.

Sin embargo, entre los momentos más gratificantes de su trayectoria, recuerda el día en que el primer usuario creó su cuenta y realizó una transacción.

“La expresión de incredulidad sobre el hecho de que había sucedido de inmediato y sin comisión justificó los miles de retos que conllevó llegar hasta ese momento, y poder recrear ese momento miles de veces más justificará los millones de retos que faltan por resolver”, asegura.

“Le tengo que contar esto a mi familia”, añadió el usuario, una frase que guarda como símbolo del impacto que busca generar.

Detrás de esa satisfacción también hay esfuerzo y renuncias. Paolo ha dedicado su tiempo, energía y recursos personales a construir algo que considera necesario para la región, dejando en pausa momentos valiosos con su familia y amistades.

Aun con todo, asume esos sacrificios con madurez y gratitud, convencido de que forman parte del proceso de aprendizaje que acompaña a todo emprendedor.

“Tendré el resto de mi vida para intentar discernir si fueron las decisiones correctas”, reflexiona.

Con el tiempo, su manera de entender el éxito ha cambiado. En sus primeros años lo asociaba con títulos, ascensos y salarios, pero hoy lo mide por el impacto que puede generar en la vida de las personas, convencido de que contribuir al bienestar colectivo representa una forma más profunda de realización.Hoy, Paolo proyecta el futuro de Tumoni hacia la expansión regional. Su meta es superar los 150 000 usuarios y abrir operaciones en nuevos países, con especial atención en las comunidades migrantes que dependen de las remesas.

También busca incorporar más servicios financieros que faciliten el manejo del dinero con seguridad y autonomía, junto con una ronda de inversión que impulse el crecimiento y consolide a la empresa como referente fintech en Centroamérica.

Etiquetas: emprendedor / Finanzas / Nicaragua / Pagos / Roaring 20 / Tecnología

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