Con amor y dedicación, sus libros reconstruyen la historia de sus antepasados y la comparte con las nuevas generaciones.
Por Milagros Sánchez Pinell
Desde Miami, Florida, María Antonieta Valle Peters, apasionada por la genealogía, convirtió los relatos de su abuela, los archivos históricos y los recuerdos dispersos de su familia en libros que honran una herencia de generaciones.
Hija de María Antonieta Valle Peters y Félix Parrales Sánchez, nació en México, pero se crio en Nicaragua hasta los diez años bajo el cuidado amoroso de sus abuelos maternos, doctor Mariano Valle Quintero y Amandita Peters de Valle Quintero, a quienes cariñosamente llama “mamita” y “papito”, dos figuras que marcaron profundamente su identidad.
“Nos criaron con tanto amor que, cuando nos hicimos ciudadanas estadounidenses, mis dos hermanas y yo decidimos cambiarnos el apellido a Valle Peters para honrarlos. Al principio, mi mamita insistía en que debíamos conservar el de nuestros padres por ser hijas de matrimonio, pero con el tiempo aceptó el cambio de apellido”, relata.
Un nuevo comienzo
Debido al contexto sociopolítico de Nicaragua en 1979, María Antonieta emigró a Estados Unidos con su familia. Durante ese tiempo, vivieron en Kentucky, Houston y San Francisco, hasta establecerse definitivamente en Miami en 1987.
Su vida profesional comenzó temprano en el mundo del comercio minorista. A los 17 años tuvo su primer empleo en un supermercado y luego trabajó en Walgreens, donde una cliente la recomendó para ingresar a la tienda Saks Fifth Avenue.
Poco después ingresó al Barnett Bank, institución que luego pasó a ser parte de Bank of America, donde permaneció más de una década.
En 2008, obtuvo un certificado en Derecho Paralegal en la Universidad de Miami y ese mismo año comenzó a trabajar como paralegal en un bufete especializado en bancarrotas, permaneciendo allí hasta 2015.
Con su mamita necesitando más cuidados, decidió quedarse en casa y emprender con “Amanda’s Pastries”, inspirada en su recetario. Hasta hoy, la iniciativa mantiene vivo el sabor de su infancia y el legado culinario familiar.
Durante ese período nació una vocación que ella misma desconocía, la de historiadora, alimentada por los relatos detallados de la prodigiosa memoria de su mamita, aunque desde los años noventa su hermana Angie y ella ya habían comenzado a investigar la historia familiar y a recuperar y restaurar fotografías antiguas.
“Mi mamita tenía una memoria impresionante. Me contaba historias, hablaba de mi papito, de sus tíos y de sus abuelos, de lo que vivieron. Era como armar un rompecabezas”, cuenta.
Fue en 2020, durante la pandemia de COVID-19, cuando su tía Rosamaria Valle Garay de Castucelli, convencida de su capacidad y dedicación, le dijo que ella debía escribir el libro de la familia.
Afirma que ese fue el impulso que necesitaba para formalizar su investigación y dar forma a su primer proyecto editorial.
Antes de publicar sus libros ya había editado cuatro recopilaciones de poemas escritos por su papito y el recetario Generaciones del Arte Culinario, con 180 recetas tradicionales rescatadas de un cuaderno deteriorado de doña Amandita.
Este último, acompañado por fotografías realizadas por su sobrina, la fotógrafa Suyen Torres Montenegro, fue publicado semanas antes del fallecimiento de su mamita, el 3 de enero de 2020.
En 2021 publicó El Legado de la Familia Valle en la Historia de Nicaragua, una obra nutrida de cartas, artículos periodísticos, fotos y testimonios.
Le siguió en 2022 El Legado de la Familia Peters en Nicaragua: Sus Raíces y Contribuciones, una obra contada en gran parte por su mamita, gracias a grabaciones de voz, videos realizados por su hermana Angie y ella, y escritos de doña Amandita.
En 2023, lanzó su tercer libro, Los Hermanos Valle-Quintero: Sus vidas y logros en Nicaragua, una obra que documenta su participación en procesos políticos y sociales relevantes para la historia de Nicaragua y México.
Cabe destacar que, entre ambos proyectos, también escribió un cuento sobre el cariño que unía a su mamita con su perrita Lily. Se trata de una historia breve que rinde homenaje al vínculo especial entre doña Amandita y su mascota, quien ahora acompaña a María Antonieta como un recuerdo vivo de ese amor compartido.
Un legado en construcción
Actualmente trabaja en su cuarto libro, dedicado exclusivamente a su papito, quien además de abogado, diputado, articulista y poeta, fue fiscal del consejo de guerra tras el asesinato de Anastasio Somoza García en 1956.
Esta nueva obra, explica, surgió al notar que el libro anterior apenas logró incluir una pequeña parte del material reunido. Desde entonces, ha continuado recopilando decenas de artículos, poemas inéditos, fotografías desconocidas y documentos significativos relacionados con la vida de su papito.
Aclara que, más allá del perfil personal, el libro también reconstruirá episodios fundamentales de la historia política del país. El doctor Valle Quintero defendió el voto femenino, se oponía a la pena de muerte y tuvo un pensamiento muy avanzado para su época.
Una labor con sentido histórico
Aunque sus libros narran historias familiares, María Antonieta mantiene un enfoque estrictamente documental. Solo incluye lo verificable, evita juicios y emociones, pues considera que la genealogía se construye con hechos.
Para ella, la historia de su familia también abre una puerta al pasado colectivo del país. A través de las vivencias de los Valle y los Peters, se entrelazan episodios políticos, sociales y económicos de Nicaragua.
Considera que sus libros son apenas el inicio, una guía para que la historia familiar permanezca y es de suma importancia que su familia conozca su origen.
“Me siento orgullosa de ser Valle y de ser Peters. Mi meta es que mis sobrinos sepan de dónde vienen y se lo digan a sus hijos para que esto nunca se pierda”, manifiesta.
Hoy en día, el Archivo Rubén Darío en León, Nicaragua, conserva una copia de su primer libro y los poemarios de don Mariano que editó.
Explica que comparte sus obras en grupos familiares de Facebook y mantiene sus libros disponibles a través de la plataforma www.blurb.com. Asimismo ha dejado instrucciones para que una sobrina los preserve y mantenga disponibles para las siguientes generaciones.
La historiadora aprovechó para agradecer profundamente a su hermana Angie, a quien llama su “coautora moral”, por revisar cada contenido y participar activamente en el diseño de las publicaciones.
También reconoce el apoyo de su prima Kay Pastora Townsend, quien le facilitó el acceso a plataformas genealógicas y con quien intercambia hallazgos constantemente. Destaca con gratitud la labor de su primo, el doctor Danilo Lacayo Lanzas, responsable de editar cada uno de sus libros.
Además de su labor como historiadora familiar, administra varias tiendas en eBay donde vende artículos para artes manuales, encargándose personalmente de todo el proceso, desde tomar las fotos y responder consultas, hasta empacar y enviar los pedidos por correo.
Hoy se define como historiadora, lo de ella es buscar las piezas del rompecabezas y colocarlas en su lugar.
- Dalia Aguiló Quéliz y la ciencia de sanar con empatía - 24 noviembre, 2025
- Andrea Chang salta al vacío y construye sus alas en el camino - 11 noviembre, 2025
- Juan Carlos de la Vela une en indigitall innovación y visión - 6 noviembre, 2025




