Como abogado, su trabajo combina análisis jurídico, visión de negocio y habilidades de negociación, en un entorno que exige tomar decisiones bajo presión e impacta a miles de personas.
Por Milagros Sánchez Pinell
Desde una oficina en Times Square, Jorge Arturo González Calderón lidera negociaciones de alto impacto que deciden el destino de empresas emblemáticas, como parte del equipo de reestructuración empresarial en Proskauer Rose LLP, una reconocida firma legal internacional.
A sus 29 años, este abogado costarricense, graduado de la Universidad de Costa Rica y de Harvard Law School, se especializa en salvar compañías al borde de la quiebra, equilibrando intereses financieros, legales y humanos en entornos de alta presión.
Para el joven profesional, lo que ocurre en una sala de negociación o ante una corte de quiebras, además de ser un asunto jurídico, es una cuestión de impacto social. Es un tipo de derecho que combina lo técnico con lo profundamente humano.
“Lo que más me motiva es la magnitud de lo que está en juego. Una empresa incapaz de pagar sus deudas enfrenta un desafío existencial. Se trata de mucho más que dinero, están en riesgo miles de puestos de trabajo y la estabilidad económica de muchas familias. Saber que mi trabajo puede ayudar a preservar empleos y sostener cadenas de valor le da un propósito muy claro a lo que hago”, afirma.
Más allá de su trabajo, mantiene un firme compromiso con el desarrollo de Latinoamérica y con abrir puertas a otros talentos latinoamericanos en el ámbito legal internacional.
Su decisión de estudiar Derecho surgió del deseo de integrar los negocios, la comunicación y la política, tres áreas que siempre le apasionaron. Encontró en esta disciplina un punto de convergencia entre ellas y una herramienta poderosa para generar impacto real en la sociedad.
El camino a Harvard
Su interés por la reestructuración empresarial surgió más adelante, al llegar a Estados Unidos, luego de trabajar como abogado corporativo y comercial en Europa y Latinoamérica.
Posteriormente, decidió continuar su formación académica en Harvard Law School, donde cursó una maestría en derecho. Llegar hasta allí fue el resultado de un camino construido con años de dedicación, que incluyó competencias estudiantiles, pasantías, experiencias laborales dentro y fuera de Costa Rica, así como el respaldo de personas clave en su trayectoria.
Entre esas experiencias decisivas, destaca su paso por la firma Aguilar Castillo Love, donde trabajó bajo la mentoría de John Aguilar Quesada, graduado de Harvard, quien le sembró la idea de postularse, acompañándolo durante todo el proceso y brindándole guía, motivación y apoyo incondicional.
“John es ampliamente reconocido como uno de los mejores abogados corporativos de Costa Rica, pero lo que más me marcó fue su estilo de liderazgo compasivo, que busca potenciar a otros, y la firmeza de sus principios morales”, destaca.
Durante su estancia en Harvard, estudió algunos de los casos de quiebra y reestructuración más emblemáticos de las últimas décadas como Enron, Caesars Palace y Lehman Brothers, confirmando su vocación por este campo del derecho, que describe como desafiante, estratégico y profundamente humano.
Luego de graduarse de Harvard trabajó como asistente de cátedra del profesor Martin J. Bienenstock, una de las figuras más reconocidas en el ámbito de la reestructuración empresarial.
“El profesor Bienenstock se convirtió en otro mentor para mí. Aprendí muchísimo a su lado. Me guió cuando le compartí mi interés por explorar este campo, a pesar de venir de otro país. Su apoyo fue fundamental para dar mis primeros pasos. Y continuamos trabajando juntos, ahora en Proskauer”, indica.
Antes de integrarse a la firma Proskauer Rose LLP, González también trabajó en la Court of Chancery de Delaware, en el despacho del vicecanciller Nathan A. Cook, donde profundizó sus conocimientos en controversias relacionadas con fusiones, adquisiciones y gobierno corporativo.
Actualmente, es asociado en el equipo de reestructuración empresarial de Proskauer en Nueva York. Asesora a empresas en crisis financieras, liderando negociaciones complejas y participando en procesos legales estratégicos que pueden determinar su continuidad.
“Mi rol en la firma implica liderar equipos en distintas facetas del proceso de reestructuración. Eso incluye negociaciones complejas entre múltiples partes y en ciertos casos participar en audiencias orales ante la Corte de Quiebras”, dijo.
Una de sus experiencias más destacadas fue liderar, junto a su equipo, el proceso de reestructuración de Red Lobster. El caso se llevó a cabo bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos y culminó con la reorganización de la empresa, la conservación de más de 500 locales y miles de empleos, y su adquisición por parte de un grupo de prestamistas liderado por Fortress Investment Group.
Indica que, entre sus contribuciones más significativas en este caso, estuvo el diseño y ejecución de la estrategia legal para optimizar la estructura de seguros requerida para que la empresa pudiera emerger del Capítulo 11, logrando que la Corte finalmente les diera la razón.
Además, resalta que su dominio del español ha sido un valor añadido en otros casos relevantes, como la reestructuración financiera del gobierno de Puerto Rico, donde muchos documentos y leyes están redactados originalmente en ese idioma.
La base de su práctica profesional
En la actualidad, su forma de trabajar se basa en una entrega absoluta, concentración constante y una mirada analítica.
En su experiencia, muchas veces la información que se presenta en una negociación viene cargada de intereses o verdades a medias, por lo que resulta importante profundizar más allá de lo evidente para identificar riesgos y detectar oportunidades.
Por otro lado, en un entorno multicultural y exigente como el de Nueva York, afirma que trata de mantener una mente abierta, tener una comunicación efectiva, ser respetuoso y cordial.
También considera que, más allá del conocimiento técnico, la capacidad de construir relaciones basadas en la confianza, la claridad y la integridad es lo que realmente abre puertas y marca la diferencia.
Además de su práctica profesional, ha escrito sobre temas jurídicos en medios como El Financiero, La Nación, National Law Review y el Journal of Corporate Renewal.
Su motivación se basa en compartir ideas que puedan enriquecer la discusión legal en Costa Rica y Latinoamérica, a partir de la perspectiva que ha construido trabajando en distintos países.
“Escribir me permite devolver un poco de lo aprendido, generar conversación, y ofrecer herramientas o marcos distintos para abordar problemas complejos en nuestros países. Si tuviera más tiempo libre, escribiría más”, señala.
Entre los mayores desafíos que ha enfrentado destaca el adaptarse al sistema legal de Estados Unidos tras formarse en Costa Rica. Con solo nueve meses de maestría y seis semanas de preparación, logró aprobar el examen de la barra (Bar Exam) en Nueva York, con materias que nunca había estudiado antes.
“El examen dura dos días completos y lo tomé en persona en Buffalo, Nueva York, justo en la frontera con Canadá. Aun así, logré aprobarlo y obtener la licencia para ejercer en Nueva York”, detalla.
En lugar de tomar un descanso después de ese logro, trabajó en la Corte de Cancillería de Delaware, donde fortaleció su base jurídica antes de incorporarse a Proskauer.
Afirma que, detrás de sus logros, hay muchas horas de esfuerzo, dudas en el camino y el apoyo de mentores que le ayudaron a ver lo que era posible.
Ser una voz joven y latina en una firma como Proskauer es, para él, tanto un orgullo como una responsabilidad. Reconoce que son muy pocos los latinos en este espacio y que su trayectoria, como alguien nacido y formado en América Latina, es poco común.
“Me motiva pensar que mi presencia puede ayudar a que otros también se vean en este tipo de roles y sepan que es posible”, manifiesta.
En los pocos espacios libres que le permite su agenda, González juega tenis y asiste a conciertos, obras de teatro o partidos de básquetbol.
A largo plazo, sueña con contribuir al desarrollo de América Latina, especialmente en temas como educación, acceso a la justicia y alivio a personas atrapadas en deudas impagables.
Considera que uno de los grandes pendientes de la región es desarrollar marcos legales más humanos para la quiebra personal, que hoy afecta a miles de familias.
*Conéctese con Jorge Arturo González Calderón en LinkedIn:https://www.linkedin.com/in/jorgegonzalez12/
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