Desde su vocación temprana hasta la creación de su firma, ha impulsado un modelo que integra creatividad, funcionalidad y eficiencia en cada proyecto.
Por Milagros Sánchez Pinell
Charlie Hernández es arquitecto y fundador de Nandez Design Studio, un estudio de diseño y construcción en Miami que marca la diferencia con su enfoque Design+Build.
Se define como un soñador y optimista que siempre quiere más. Nunca se conforma con lo convencional y busca crear, transformar y dejar una huella en cada proyecto, en cada relación profesional y en cada persona que confía en su trabajo.
Desde su creación en 2009, la firma ha liderado más de 100 proyectos residenciales y comerciales, consolidando su reputación en el mercado de viviendas de lujo.
“Nuestra misión es acompañar a cada cliente en todo el proceso, asegurándonos de que su visión se haga realidad sin las típicas complicaciones de la industria”, asegura.
En sus inicios, Nandez Design Studio se enfocó exclusivamente en arquitectura y diseño, con la idea de crear proyectos únicos y bien pensados.
Sin embargo, su fundador explicó que a medida que la firma creció, sintió la necesidad de involucrarse también en la construcción y remodelación para garantizar que cada diseño se ejecutara con la calidad y precisión que visualizaba.
“Con el tiempo, me di cuenta de que el sistema tradicional en Miami funcionaba de manera ineficiente. La fragmentación entre arquitectos, constructores e ingenieros generaba problemas de comunicación, sobrecostos y retrasos. De esta frustración nació el concepto integral de Design+Build”, dice.
Actualmente, la firma se especializa en el diseño y construcción de soluciones únicas que cumplen con las necesidades y expectativas de sus clientes, manteniendo siempre un equilibrio entre funcionalidad, estética y calidad.
Sus servicios abarcan diseño y planificación arquitectónica, ejecución de proyectos de construcción, gestión integral de proyectos, servicios de renovación y restauración.
“A lo largo de todo el proceso, brindamos consultoría y asesoramiento para optimizar la selección de materiales y diseño, siempre con un compromiso hacia la excelencia y la satisfacción total de nuestros clientes”, añade.
Como CEO, Hernández lidera la estrategia y el crecimiento de la empresa, asegurando que cada proyecto refleje calidad, eficiencia y su visión de legado. Su trabajo consiste en supervisar el diseño y la construcción, mantener una relación cercana con los clientes y fomentar una cultura de compromiso, honestidad y pasión dentro de su equipo.
“Además de los valores antes mencionados, la resiliencia y una actitud extraordinaria son el corazón de todo lo que hacemos. Integrarlos en el trabajo diario es fundamental para nosotros”, asegura.
En Nandez Design Studio, el compromiso se traduce en ofrecer lo mejor a cada cliente, asegurando que cada proyecto cumpla sus expectativas, mientras que la honestidad guía una comunicación transparente en todo el proceso.
También, una actitud extraordinaria los impulsa a innovar y superar límites, la pasión mantiene al equipo motivado y en constante evolución, y la resiliencia les permite adaptarse a los desafíos, aprendiendo y mejorando continuamente.
El origen de un arquitecto
Hernández nació en Caracas, Venezuela, dentro de una familia de clase media que le brindó una sólida educación y valores fundamentales.
Desde muy pequeño, supo que la arquitectura era su camino, pues sentía una fascinación por las artes plásticas, el dibujo y la pintura, lo que le permitió desarrollar una sensibilidad estética que con el tiempo se convirtió en su mayor fortaleza.
Su madre, con su habilidad para trabajar con las manos, fue una de sus primeras fuentes de inspiración.
“Pasaba noches enteras en su taller creando. Yo la acompañaba, ayudándola con actividades manuales y aprendiendo de su dedicación y creatividad”, relata.
También tuvo la fortuna de crecer rodeado de influencias clave en su formación profesional como su tío, arquitecto, y su abuelo, ingeniero, quienes despertaron su interés por el diseño y la construcción.
“Estar inmerso en este entorno familiar hizo que, sin darme cuenta, me convirtiera en lo que soy hoy: un arquitecto apasionado, dedicado a transformar ideas en espacios que impactan la vida de las personas”, afirma.
Al bachillerarse en 1997 en un colegio católico privado, y con la convicción de que su futuro estaba en la arquitectura, Hernández decidió emigrar a Estados Unidos para perseguir su pasión, enfrentando los desafíos de empezar de cero en un nuevo país.
Tras pasar un tiempo en Washington D.C., se trasladó a Louisiana State University en Baton Rouge, donde estudió arquitectura. De esos años universitarios, evoca cómo trabajó para mantenerse económicamente, equilibrando sus estudios con empleos en restaurantes que le permitieron adquirir disciplina, independencia y una valiosa experiencia del mundo real.
“Entre los muchos trabajos que tuve, hubo uno en particular que despertó mi hambre por emprender. Junto a Miguel, mi actual socio, ideamos un sistema para comprar comida en los restaurantes y revenderla con un margen de ganancia. Me gusta pensar que fuimos los pioneros de UberEats y DoorDash”, dijo.
Su primera experiencia en el campo de la arquitectura fue junto a David Baird, su profesor de diseño, quien le brindó la oportunidad de combinar el aprendizaje académico con la práctica profesional.
Posteriormente, se trasladó a Dallas, Texas, donde trabajó como project manager en Laguarda.Low Architects, participando en proyectos internacionales de gran escala hasta la fundación de su estudio.
“En esta etapa, perfeccioné mis habilidades en planificación, coordinación y ejecución. Además, tuve la dicha de poder viajar por todo el mundo, conocer otras culturas y rodearme de increíbles profesionales, adquiriendo experiencias incalculables”, señaló.
Aunque ninguno de sus proyectos resalta por encima de los demás en su trayectoria, considera que su experiencia en Laguarda.Low Architects fue clave en su formación. Sin embargo, al ver que muchos de estos quedaban solo en papel, fue cuando decidió emprender con su propio estudio para llevar sus diseños a la realidad.
Cabe destacar que, desde su llegada a Estados Unidos, enfrentó grandes desafíos como la crisis financiera de 2008, la pérdida de su hermano, una nueva mudanza y la incertidumbre de la pandemia de Covid-19. A pesar de ello, admite que con resiliencia y determinación, superó cada obstáculo, consolidando su estudio y transformando cada adversidad en una oportunidad.
Inspiración, creatividad y éxito
Hoy en día, para Hernández, la inspiración al crear un nuevo proyecto surge principalmente de la ubicación y su entorno natural, asegurando que las vistas, los paisajes y las características geográficas y topográficas de cada sitio jueguen un papel fundamental en su diseño.
“Ya sea el océano, una bahía, el entorno urbano o simplemente la vegetación tropical, siempre busco crear diseños que respeten y realcen su entorno”, explicó.
Su herencia cultural ha marcado su estilo, incorporando elementos de diseño vernáculo que evocan recuerdos de su infancia en Venezuela, como la casa de sus abuelos, la calidez de la arquitectura moderna venezolana de mediados de siglo y la rica estética latinoamericana.
También destaca la influencia de arquitectos como Ludwig Mies van der Rohe, Norman Foster y Richard Rogers, así como la arquitectura japonesa de Tadao Ando y Shigeru Ban, cuya fusión entre tradición, innovación y materiales considera una fuente de inspiración.
En cuanto a su definición de éxito en un proyecto de diseño o construcción, dijo que “el verdadero éxito se siente cuando veo el proyecto terminado y sé que hemos creado algo funcional, estéticamente impactante y con un valor real para quienes lo vivirán”.
El futuro de Nandez Design Studio
Hernández tiene claro que Miami es un mercado en crecimiento y su objetivo es seguir expandiendo Nandez Design Studio.
«Estamos en el lugar correcto en el momento correcto», señala, añadiendo que, a futuro, le gustaría llevar su modelo de negocio a otras ciudades y explorar oportunidades internacionales.
«La finalidad siempre será diseñar y construir sueños. Así como crear proyectos exitosos que impacten positivamente en la vida de las personas», concluye.
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