Con voz propia y experiencia vivida, se posiciona como un puente entre el talento emergente y las oportunidades aún por conquistar en Estados Unidos.
Por Milagros Sánchez Pinell
A los siete años, Bryan Escalona vivió de cerca las consecuencias de la recesión de 2008, que afectó la estabilidad económica de su familia y los llevó a mudarse durante cinco años entre hoteles, hogares de familiares y espacios temporales.
Aunque nació en Miami, Florida, creció con el peso de una historia compartida por muchos inmigrantes, marcada por la incertidumbre, el sacrificio y la necesidad de reconstruirse desde cero.
Hijo de dos arquitectos venezolanos que emigraron junto a sus cuatro hijos, nuestro roaring 20 convirtió esa experiencia en combustible para su vocación.
“Eso me afectó mucho, incluso sin ser inmigrante de primera generación; me impactó por ellos”, afirma el joven, quien agradece a sus padres por ser inspiración y ejemplo en su vida.
“Así empezó mi pasión por la inmigración y por lo que hago ahora”, expresa. Hoy, a sus 24 años, trabaja en el Departamento de Justicia de Estados Unidos como asistente legal y administrativo de un juez federal.
Además, asesora a estudiantes de minorías que sueñan con llegar a los pasillos del Congreso desde su canal de YouTube, su perfil de LinkedIn y su propio testimonio como un puente vivo entre el talento y las oportunidades.
Una niñez inestable, una mentalidad firme
Durante su infancia, marcada por las condiciones que enfrentaba su familia, las preguntas que lo acompañaban eran distintas a las de cualquier niño.
“Me preguntaba en qué lugar iba a estudiar después de la escuela, si íbamos a tener internet, a qué casa nos íbamos a mudar”, recuerda.
El caos externo, según reconoce, lo alejó un tiempo del buen rendimiento académico. Pero todo cambió cuando llegó la estabilidad. En la secundaria ingresó al programa Cambridge, una iniciativa internacional avalada por la Universidad de Cambridge en el Reino Unido.
A pesar de las dificultades iniciales, logró adaptarse y completar su associate degree, lo que le permitió terminar los dos primeros años de universidad antes de cumplir los 18.
Esa preparación académica le abrió las puertas en la Universidad de la Florida y en Florida International University (FIU), donde eligió cursar Ciencias Políticas y Economía, graduándose magna cum laude y como parte del Honors College.
En la universidad, fue más allá de lo que aprendía en las aulas. Según su relato, durante dos años, formó parte del equipo de Modelo de Naciones Unidas de FIU, reconocido como el número uno de Estados Unidos por su desempeño en conferencias nacionales.
Gracias a su rendimiento, fue seleccionado para el programa Hamilton Scholars, que le permitió pasar un semestre en Washington D.C., donde realizó una pasantía en la oficina del congresista Mario Díaz-Balart. Una oportunidad que logró gracias al respaldo de Café Bustelo y al apoyo de la beca estatal Bright Futures, que ayudó a financiar su formación universitaria.
“Recibir la noticia de que iba a estar en esos espacios del Congreso, siendo alguien como yo, sin conexiones familiares en el gobierno, fue un logro muy significativo”, afirma.
Estar en los pasillos del Capitolio, rodeado de medios nacionales y figuras políticas, reforzó su convicción de que un futuro en el gobierno es posible para jóvenes como él.
Además, cuenta que lideró un proyecto con FIU para promover la extensión del TPS venezolano a familiares de beneficiarios.
“Me reuní con oficinas de congresistas para hacer abogacía. Siendo estudiante, uno tiene más poder del que piensa”, comenta.
De la calle al estrado
Tras graduarse, Bryan participó durante nueve meses en campañas puerta a puerta por las elecciones de medio término de 2022.
Luego trabajó por más de un año como asistente legal en el bufete EPGD Business Law en Miami, donde fortaleció su conocimiento práctico del ámbito jurídico.
Desde mayo de 2024, se desempeña como Judicial Assistant para un juez federal de Miami. Su rol consiste en facilitar audiencias en corte dos veces por semana para más de 50 personas, procesa mociones y órdenes judiciales, y organiza expedientes físicos y electrónicos.
“Asisto a un juez en el área legal y administrativa. Me reservo más detalles porque pasé por un background check de cinco meses para estar en la posición”, aclara, haciendo referencia a la naturaleza sensible y reservada del trabajo que desempeña dentro del sistema judicial.
Valora profundamente su entorno profesional, rodeado de asistentes y abogados en un ambiente exigente y técnico. “Siento que estoy en un lugar en el que formo parte de algo más grande, de la misión de la misma corte”.
Vocación de servicio
Además de su trabajo a tiempo completo, ha convertido su experiencia en una herramienta para guiar a otros. Desde febrero de 2024 impulsa Bryan Speaks, un proyecto de mentoría profesional que combina asesorías individuales por Zoom con la creación de contenido educativo para jóvenes interesados en el sector público.
A través de esta iniciativa, asiste a estudiantes y recién graduados en la revisión de currículums, redacción de cartas de presentación y preparación para entrevistas enfocadas en empleos gubernamentales.
Como parte del esfuerzo, señala que también comparte videos motivacionales y tutoriales en YouTube sobre cómo acceder a oportunidades en Washington D.C., con un enfoque en jóvenes inmigrantes y minorías.
Complementa esta labor generando contenido en LinkedIn e Instagram, donde publica reels y carruseles con consejos prácticos sobre desarrollo profesional.
Su comunidad digital ya supera los mil estudiantes y jóvenes profesionales que buscan abrirse paso en el ámbito gubernamental.
“Lo hago porque quiero que otros estudiantes, especialmente inmigrantes o de grupos minoritarios, puedan acceder a las mismas oportunidades que yo tuve. Es una forma de dar valor al mundo y de demostrar que, si yo lo logré, ellos también pueden”, afirma.
Bryan cree firmemente en la disciplina y la proactividad como motores del crecimiento. Recuerda que estuvo a punto de abandonar el programa Cambridge, pero una conversación con su hermana lo llevó a replantearse su mentalidad.
Fuera del ámbito profesional, cultiva el bienestar físico como parte de su equilibrio personal. En su tiempo libre hace ejercicio, baila salsa y recientemente completó su primer medio maratón en Miami. Ahora sueña con correr uno completo.
Entre sus planes está retomar su podcast The Missing Bridge in America, que lanzó a los 18 años para discutir temas políticos y sociales.
También aspira a acompañar a la próxima generación de líderes con vocación política, especialmente a quienes provienen de contextos sin acceso a espacios de decisión, para que puedan construir carreras con impacto y compromiso social.
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