Desde Bloomberg, reparte su tiempo entre Nueva York, Illinois e Iowa, aplicando la visión analítica de su formación en Ciencias Políticas al mundo financiero.
Por Milagros Sánchez Pinell
Desde su rol como Enterprise Account Manager en Bloomberg, Alejandra González combina determinación, empatía y una curiosidad que la impulsa a aprender constantemente.
A sus 25 años tiene una carrera establecida en uno de los sectores más exigentes, el de la información financiera y tecnológica, donde Bloomberg, cuya oficina central se encuentra en Nueva York, ofrece datos, análisis y noticias en tiempo real a los principales actores del mercado global.
Su entorno laboral, explica que es tan dinámico como diverso, reflejo de la dimensión internacional de su trabajo y de su capacidad de adaptación.
Se define como extrovertida, familiar y apasionada por el arte, el yoga y la lectura. Le gusta irradiar entusiasmo y apertura ante cada nuevo desafío.
“Me considero una persona graciosa y curiosa. Me gusta aprender de lo que me rodea”, comenta la joven, cuya historia representa a una generación que busca avanzar con dirección y confianza, construyendo su camino sin miedo a explorar nuevos horizontes.
Recuerda que desde pequeña sintió interés por la política. En su país natal, Venezuela, participaba en campañas e invitaba a las personas a ejercer su derecho al voto.
Esa inquietud la llevó a estudiar Ciencias Políticas y Gobierno en Loyola University Maryland, donde complementó su formación con un minor en Historia del Arte, una nueva pasión insospechada.
“Historia del arte fue algo que encontré por accidente. Tenía que tomar unas clases en la universidad y me encantaron. Fue una pasión que desconocía que tenía”, explica.
Su paso por la universidad vino acompañado de prácticas laborales como una pasantía con el congresista Jim Himes en Connecticut, oportunidad que le permitió comprender cómo funciona el gobierno desde dentro.
Más tarde trabajó durante un año y medio para The Millinger Group, una pequeña empresa dedicada a asesorar campañas políticas locales; allí combinó el trabajo con sus estudios virtuales, fortaleciendo su capacidad de organización y descubriendo el valor de la comunicación política desde la práctica.
“Aprendí muchísimo, pero me di cuenta de que el ritmo en el gobierno era más lento de lo que imaginaba. Empecé a buscar algo diferente, un entorno más dinámico”, relata.
Bloomberg, una escuela profesional
Ese deseo de aprender la condujo a Bloomberg, una empresa que encontró justo cuando buscaba un lugar dispuesto a formarla desde cero y a valorar su actitud tanto como su formación universitaria.
“Quería una empresa que me quisiera enseñar todo y que me diera las herramientas para crecer. Me encantó saber que donan el 80% de sus ganancias a la filantropía. Eso me motivó mucho”, recuerda.
A los pocos meses de graduarse ingresó en un programa de entrenamiento donde pasó varios meses aprendiendo sobre el mundo financiero y el manejo de clientes globales.
“Al principio fue un proceso lento. Me tomó de seis meses a un año sentirme cómoda, pero después todo fluyó”, cuenta con una sonrisa.
Su primer rol estuvo enfocado en atención al cliente, un puesto clave dentro de la estructura de la empresa. Luego dio el paso a Fixed Income Specialist, enfocándose en clientes de renta fija y commodities, y más tarde a Senior Commodity Specialist.
Finalmente, llegó al área de ventas, donde asumió la responsabilidad de manejar cuentas corporativas en los estados de Illinois e Iowa.
“En este trabajo viajo mucho, al menos dos veces por mes. Hace poco estaba haciendo cuentas y solo este año ya llevo cincuenta vuelos”, comenta.
Aunque al principio le entusiasmaba la idea de viajar, con el tiempo aprendió a equilibrar los desplazamientos con rutinas que le permitieran cuidar su bienestar.
“Tienes que aceptar que los vuelos se cancelan o se retrasan y aprender a mantener una rutina, aunque estés en movimiento. Cuando estoy en Nueva York, trabajo en la oficina cuatro días a la semana y uno desde casa”, explica.
Por otro lado, su cargo actual la reta constantemente. El mercado financiero cambia a diario y los clientes enfrentan desafíos que requieren empatía y análisis.
“Hay que entender de dónde vienen las preocupaciones de los clientes. A veces es por temas de gobierno, aranceles o tensiones económicas. Mi curiosidad y resiliencia me ayudan a adaptarme y buscar soluciones”, afirma.
Una cultura colaborativa
Alejandra valora el entorno colaborativo de la empresa, un espacio donde la jerarquía es horizontal y la comunicación fluye con naturalidad.
Con el paso de los años reconoce que su aprendizaje ha abarcado tanto el mundo de las finanzas como las relaciones humanas y el liderazgo.
“Mi resiliencia y curiosidad me han ayudado muchísimo. He tenido momentos difíciles, pero siempre trato de ponerle buena cara a cualquier situación y convertirla en una oportunidad”, asegura.
En consecuencia, esa actitud positiva la define tanto en lo profesional como en lo personal, y se refleja en un estilo de liderazgo que combina empatía, claridad y humor.
“Soy directa, pero amigable. Me gusta ayudar a mis colegas y compartir mis errores para que aprendan. Cuando hay crisis mantengo la calma y trato de aliviar el ambiente con humor”, dice.
Esa cercanía la ha convertido en una mentora natural dentro del equipo, especialmente para quienes recién se integran a Bloomberg.
Encontrar equilibrio entre la vida laboral y personal ha sido otro aprendizaje a lo largo de los más de tres años que lleva en la compañía, organizando su tiempo con disciplina y priorizando su bienestar físico y emocional a través del ejercicio, la familia y las amistades.
Para Alejandra, el cambio constante del mundo se ha convertido en una fuente de inspiración que impulsa su crecimiento personal y profesional.
Observa con interés cómo la tecnología y la inteligencia artificial transforman su entorno laboral y asume cada novedad como una oportunidad para aprender y adaptarse.
Considera que su formación en Ciencias Políticas ha sido una herramienta clave para su desarrollo profesional. Las horas dedicadas a escribir y argumentar le permitieron fortalecer su pensamiento analítico y su capacidad de comunicación, habilidades que hoy aplica en su trabajo diario.
Esa base académica también le ha dado una comprensión más amplia de la relación entre la política, la economía y el ámbito gubernamental, un conocimiento que resulta esencial en el mundo financiero.
Entre sus metas a futuro, aspira a crear su propia empresa, un proyecto que refleje sus valores y le permita compartir lo aprendido con otros, mientras define esa visión y continúa disfrutando el camino y acumulando experiencias que la fortalecen día a día.
- Alejandra González, equilibrio y aprendizaje en movimiento - 1 diciembre, 2025
- Dalia Aguiló Quéliz y la ciencia de sanar con empatía - 24 noviembre, 2025
- Andrea Chang salta al vacío y construye sus alas en el camino - 11 noviembre, 2025






