El CEO del dominicano Grupo Ambar trabaja en el crecimiento de este conglomerado empresarial, que inició con los motores, y a más de 100 años de su fundación, diversifica su giro de negocio.
“Conozco a Miguel desde que teníamos 15 años y estudiamos juntos en una escuela de verano llamada St. George, en Rhode Island. He visto su trayectoria: cómo se graduó de High School en Brooks y luego en la afamada universidad de Princeton, y cómo se ha convertido en una gran persona, empresario y ciudadano dominicano. Él sigue los valores de su abuelo y de su tío y se nota el enorme cariño que le tienen todas las personas que han trabajado con él en su vida. También se nota que es disciplinado y organizado. Y eso le viene desde pequeño porque practicaba lucha libre y se dio cuenta que, para ser un buen luchador, debía contar con una gran condición física y mental, así como estudiar al contrincante. Él usaba la inteligencia para luchar.
Se nota su huella en República Dominicana porque sus negocios crean una enorme riqueza, crean centenares de trabajo, en este país, Puerto Rico y en general, en América Latina.
Es un gran orgullo presentar a nuestros lectores esta historia”.
Roberto J. Argüello, chairman de Vida & Éxito.
Los motores despiertan pasiones y emociones, y los empresarios que tienen a cargo la venta y distribución de automóviles y motocicletas, viven los negocios con igual intensidad.
Así podemos presentar la historia de vida de Miguel Barletta, CEO de Grupo Ambar, uno de los principales conglomerados empresariales de República Dominicana.
Él es nieto de Amadeo Barletta, fundador de Santo Domingo Motors, y que como su nombre lo indica, se encargaba exclusivamente de la venta de vehículos. Es concesionario de las marcas Chevrolet, Cadillac, Nissan, Yamaha, Suzuki e Infiniti. Con esta última, está presente en República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, las Islas Vírgenes Británicas y Antillas Holandesas.
La empresa inició en 1920, cuando Amadeo Barletta Barletta llegó a República Dominicana como cónsul de Italia. Llegó desde Cuba, donde representaba a la marca General Motors. En ese mismo año fundó Santo Domingo Motors, la primera empresa de Grupo Ambar, que operaba como distribuidor exclusivo de la marca Chevrolet. En ese año solo vendió tres unidades.
En 1939 emigró a Cuba nuevamente, donde siguió con el negocio de los autos, y veinte años después, debido a la Revolución cubana, se fue a vivir a la Florida. En 1961, regresó a Santo Domingo e impulsó el crecimiento de sus negocios junto a su hijo Amadeo Barletta Ricart. En 1974 falleció y su hijo asumió la dirección de la empresa hasta su muerte dos años más tarde. Barletta Ricart no tuvo descendientes, así que el negocio quedó al mando de su sobrino Miguel Morales Barletta, hijo de su hermana Nelia, quien es conocido como Miguel Barletta.
Con el paso de los años, don Miguel emprendió varios negocios relacionados con el mundo automotriz, como Motor Plan, representante de las franquicias de alquiler de autos National, Alamo y Enterprise. También está Motor Crédito, un banco de ahorro y crédito enfocado en financiamiento de vehículos de todas las marcas, y Previseguros, un corredor de seguros enfocado en el ramo automotriz.
En el año 2012, el grupo dio un salto al incursionar en los centros comerciales, cuando construyó Ágora Mall, junto al grupo Centro Cuesta Nacional. Juntos volverán al negocio con la construcción de Santiago Center, en la provincia Santiago de los Caballeros.
Este nuevo nicho en el que incursiona don Miguel Barletta es producto del crecimiento de los negocios, pero él se sigue considerando un empresario automotriz.
De acuerdo con información publicada en la revista Forbes, Santo Domingo Motors tuvo ventas por US$750 millones en 2019. Y los ingresos totales de esta empresa equivalen a más de 20% del mercado de vehículos nuevos en República Dominicana.
Además, Santo Domingo Motors representa a la marca de motocicletas Yamaha en República Dominicana. También, el Grupo opera en Puerto Rico e Islas Vírgenes Americanas la compañía Motorambar, con la que distribuye las marcas Nissan, Infiniti y Kia.
Retos y oportunidades
Los 100 años de Santo Domingo Motors coinciden con un momento de incertidumbre, lleno de retos, pero también de oportunidades. Para don Miguel, la pandemia ha creado una necesidad de independencia del transporte. “La gente no está en la disposición de subirse a un vagón y tener mucha gente alrededor”, ha indicado en algunas entrevistas.
Esa situación, aunque complicada por los confinamientos y menores ingresos de la población, también representa una oportunidad para las concesionarias de autos. Este 2021 será un año muy importante para la industria y don Miguel será protagonista en esta nueva etapa de los negocios.
Detrás de Vida y Éxito se encuentra un equipo de profesionales con reconocida trayectoria en el mundo empresarial y el periodístico.
