• 16 enero, 2018

Una llave a competencias complementarias

Una llave a competencias complementarias

«Una maestría le permite al profesional especializarse y perfeccionar habilidades del pensamiento
crítico y analítico. Con ello, se desarrolla pericia en un área específica que le da una ventaja competitiva a la hora de buscar trabajo”, así define Simone Bunse, directora académica de Lead University, la importancia de seguir estudiando y no solo quedarse con una licenciatura o bachillerato,
que ahora con la competencia que existe en el mercado no es suficiente para ascender en una empresa.

“Es fundamental tener una maestría o posgrado pues hay que marcar la diferencia, porque hoy en día la formación universitaria brinda una condición básica y más en la sociedad del conocimiento en la que estamos”, comenta María Teresa Bistué, rectora de ADEN International Business School.

Antes de llevar una maestría, el profesional debe realizar un examen de autoconocimiento.

Asimismo, este es un medio por el cual el profesional logra adquirir “competencias y formaciones complementarias que le permiten no solo mantenerse actualizado, sino adaptado a los cambios del mercado laboral en el que debe competir día a día”, explica Ronald Álvarez González, director académico de Administración, Marketing y Posgrados de la Universidad San Marcos, miembro de la Red Internacional Ilumno.

Además, este es un factor que toman en cuenta las empresas a la hora de una contratación. “Hoy se necesita que dentro de las organizaciones cada persona tenga talento para liderar, a ellos mismos, a otros y poder trabajar en equipos proactivos; se busca un diferencial en los profesionales”, asegura Bistué.

“Las empresas se gestionan cada vez más por proyectos, se arman y desarman grupos de trabajo permanentemente. Para ello, hay que tener una visión global, integración de conocimientos, manejo de comunicación y liderazgo, habilidades que se adquieren en posgrados o maestrías”, agrega Bistué.

Tendencias

Las maestrías y posgrados se han adaptado a los tiempos. Ahora en el mundo de los estudios sobresalen aquellas que presentan las tendencias de los negocios a los profesionales que ya tienen una formación de base.

“En los programas de maestría de calidad, los estudiantes tienen que crear conocimiento nuevo por medio de un trabajo de investigación. Esto no solamente requiere que los estudiantes aprendan a aplicar el proceso científico y saber cómo generar respuestas a preguntas importantes, sino también significa que desarrollen habilidades blandas, tales como tomar iniciativa propia, ser gerente de un proyecto, perseverar en procesos arduos, trabajar con datos imperfectos y comunicar eficazmente”, afirma Bunse.

Para Álvarez, en general, hoy en día existen cuatro tendencias en cuanto a los estudios de maestría: la especialización, habilidades blandas, programas cortos y online, esta última totalmente consolidada.

“Los profesionales están buscando materias o capacitación en herramientas de transformación digital, big data, business inteligence. La irrupción de la tecnología avanza sobre estructuras tradicionales de las empresas, que tienen que hacer una reingeniería interna para asimilar las nuevas tendencias”,
dice la rectora de ADEN.

De forma ‘online’

Ahora, el cursar una maestría o posgrado es más fácil para los profesionales en cuanto a los medios que brindan las universidades, gracias a sus plataformas tecnológicas que les permiten tener las clases en forma online.

“Los estudiantes de hoy quieren estudiar donde quieren y cuando quieren. Por eso, integramos muchos de nuestros programas de grado en línea. El reto con los programas de grado totalmente en línea es cómo construir eficazmente el trabajo en equipo y las redes de contactos en la experiencia del estudiante”, explica John Quelch, decano de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad de Miami.

Una combinación de formación virtual y presencial es lo ideal para llevar estos cursos.

Por ejemplo, la Universidad de Miami ofrece un programa de MBA profesional totalmente en línea, así como programas de maestría en línea totalmente especializados en contabilidad y finanzas. “Estos son populares porque los estudiantes pueden aprender de los mismos profesores de clase mundial que enseñan en nuestros programas en el campus”, asegura Quelch.

Además, estos cursos ayudan a los profesionales a ahorrar tiempo en traslados, más si son ejecutivos que desempeñan puestos de alta responsabilidad, y les permite mantener contacto permanente con sus compañeros de estudios y sus docentes.

“Esto amplía enormemente sus recursos de estudio, pudiendo dedicar tiempo de su trabajo, de su vida privada y de sus traslados e invertirlos en su formación”, dice Álvarez.

El funcionario de la Universidad San Marcos deja claro que estas clases no deben ser “un repositorio de presentaciones de un profesor que imparte el curso en forma presencial y los cuelga en un repositorio. Para que el curso online de maestría sea efectivo, debe tener un diseño cuidadoso que rete al estudiante a aprender. Posiblemente, una combinación de formación virtual y presencial será muy adecuada para una maestría, ya que tiene lo mejor de ambos mundos. La relación personal y la red de contactos, un valor que será siempre fundamental en una maestría, se puede alimentar en ambas modalidades”.

¿Qué elegir?

“Los MBA (maestrías en administración de negocios) se han convertido en las maestrías complementarias para cualquier formación, por lo que son los programas que no faltan en la parrilla de programas de casi todas las universidades”, asegura Álvarez.

Sin embargo, otras en campos de tecnología, derecho, psicología y últimamente en temas de ciberseguridad, servicios digitales e innovación han surgido conforme el mercado laboral lo demanda.

“Un título de posgrado en negocios puede ser valioso, no importa en qué sector o industria se esté trabajando. Uno necesita saber cómo manejar y cómo dirigir. Pero, con el fin de administrar y dirigir, uno tiene que saber de finanzas, contabilidad y entender de marketing y gestión de operaciones”,
añade Quelch.

La especialización es lo que buscan los estudiantes de posgrados.

Antes de llevar una maestría, el estudiante debe “realizar un examen de autoconocimiento y analizar hacia dónde quiere ir. Hoy observamos que los profesionales necesitan diversificar su perfil laboral, por lo que pueden reconvertir su perfil o ampliarlo con un posgrado específico en un sector determinado”, afirma María Teresa Bistué.

Una vez definido esto, la persona debe “elegir su programa de grado cuidadosamente, visitar el campus, pedir sentarse en una clase y conocer a un miembro de la facultad. Si no se puede realizar una de estas generalmente significa que la escuela no coloca a los estudiantes primero”, afirma Quelch.

Por otra parte, la directora académica de Lead University aconseja “que busquen programas que les brinden la oportunidad de trabajar muy de cerca con profesores y mentores que les inspiren y en lugares donde sepan que van a expandir su red profesional, tanto por medio de los profesores como los otros integrantes del programa, además de las alianzas que tiene la universidad con empresas u otras organizaciones”.

Así que la decisión de crecer profesionalmente está en sus manos porque en el conocimiento y los deseos de aprender está la llave para ascender

Etiquetas: Destacadas / Maestrías / Posgrados / universidades

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