Las micro, pequeñas y medianas empresas de Costa Rica constituyen un motor para la economía nacional y representan el 98% del parque empresarial total. En abril, mes de las pymes se recomienda que estas echen un vistazo a los principales desafíos que enfrentan en la actualidad y se preparen para superarlos de manera positiva.
Fundecooperación para el Desarrollo Sostenible, desde hace 21 años trabaja tendiendo la mano a los empresarios(as) para que conviertan su idea de negocios en una realidad, mejoren su calidad de vida, crezcan económicamente, se formalicen e implementen estrategias ambientales y sociales en su negocio.
Kattia Rojas, vocera de Fundecooperación, asegura que en estos años han sido testigos de la sed de surgir y hambre de cumplir los sueños que tienen los emprendedores de este país.
“Hemos visto como una idea de negocio, se convierte en un proyecto exitoso, si cuenta con la asesoría y el acompañamiento requerido en el proceso de desarrollo”, agregó Rojas.
Las micro y pequeñas empresas representan un 95.4% de los empresarios en Costa Rica. El porcentaje es alto y como fuente de la economía, desarrollo y empleo en el país, deben tener muy claro cuáles son sus desafíos y como sacarles el mayor provecho para su fortalecimiento.
Principales desafíos
1. Cambio climático: De 1880 al 2012, la temperatura del planeta aumentó un promedio de 0,85 grados centígrados y en tan solo 17 años desde 1993, se registró un aumento promedio en el nivel del mar de 3.2 mm por año. El exceso de agua, la disminución de esta, el aumento de la temperatura, los cambios meteorológicos inesperados y más, resultado del Cambio Climático, han venido afectando actividades vulnerables como las de los sectores agroindustriales que representan un 13% de las pymes formales registradas en Costa Rica y las zonas costeras. Esto es una simple evidencia de lo que podría pasar si las personas no se adaptan, mitigan y compensan mediante estrategias definidas en sus actividades productivas anticipadamente.
2. Competencia en un mercado cada vez más amplio: En una cartera amplia de opciones que cada día crece, las micro y pequeñas empresas deben de competir para mantenerse a flote y finalmente posicionarse, fidelizando al nicho de población a quienes van enfocados. En la rama de servicios o productos que desarrolla cada empresario, existen competidores directos e indirectos y en este siglo el que triunfa es el que cumple con la regla de la excelencia al ofertar ser bueno “en todo”. Las pymes deben especializar su actividad productiva para que brinde un valor único. La excelencia en el servicio al cliente, el tiempo de respuesta y el descuento o promoción, para un consumidor cada vez más inteligente no son una elección, son obligación de quien oferta.
3. Innovación: Actualmente el empresario debe innovar en todas las formas definidas desde aplicación de un “modelo de negocio”, la creación de nuevos productos o servicios, la manera de interpretar el mercado, la estrategia y forma de mercadearse y vender, además de la creación de una cultura de innovación en la empresa, es decir, desde el director hasta el último empleado. Sean pocos o muchos colaboradores, tienen que saber el objetivo que se desea conseguir generando nuevas ideas.
4. Industrialización: El sector pyme creció en los últimos años a un ritmo más acelerado del usual, los indicadores actuales son discretos. Con la apertura de las fronteras, la robotización y la globalización, la manufactura y la mano de obra es más barata, lo cual refleja un desafío para los pequeños empresarios porque deben competir con un sistema industrial cada vez más fortalecido, en una economía de mucha oferta y menor demanda. Las nuevas tecnologías están cambiando la forma de producir cada año y consecuentemente se eliminan productos y servicios muy rápidamente.
5. Economía: El modelo productivo costarricense ha cambiado, pasando de actividades agrícolas cafetaleras, bananeras y demás, al desarrollo de nuevas tecnologías, servicios legales, outsourcing, data center y muchos más especializados. La estabilidad económica ya no es un concepto real en la economía mundial, producto de la globalización. Las repercusiones para Costa Rica se encuentran relacionadas estrechamente a la afectación o buenas prácticas de la situación económica en general de sus socios comerciales; si el resto del mundo gira positivamente las repercusiones para el país podrían ser muy buenas y viceversa. Es importante tomar en cuenta que los desequilibrios y distorsiones mundiales son más sensibles y por ende, actualmente se presenta una mayor inestabilidad global. Estamos ante un mundo muy cambiante y un nivel mayor de incertidumbre.
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