Desde sus inicios, en una esquina de la ciudad de Granada, el 12 de marzo de 1913, como F. Alf. Pellas &Cia. Ltda., Sociedad General de Comercio, fundada por Carlos Francisco Pellas Vivas, su filosofía, valores y principios se han mantenido hasta la actualidad, ofreciendo calidad a sus clientes, destacando por su liderazgo en el mercado de ventas de la mayoría de los productos que distribuye e incrementando sus líneas de negocio con el prisma de la gestión sostenible.
Hoy Casa Pellas, bajo el liderazgo de Silvio Pellas, nieto de Carlos Francisco Pellas, continúa inspirando confianza entre los nicaragüenses, quienes han sido testigos del proceso continuo de diversificación de servicios de la empresa con la adquisición de más de 200 líneas comerciales entre marcas, productos y servicios y la progresiva inauguración de sucursales, talleres, oficinas y módulos comerciales.
Cuando se celebra el centenario de una empresa familiar, es inherente preguntarse cómo se logra mantener la unidad a través de los avatares de un siglo de vida. Silvio Pellas tiene la respuesta a flor de piel: “Viendo hacia atrás en el tiempo, vienen hacia mí los factores en que se han fundamentado los valores de Casa Pellas: la unidad de la familia alrededor de principios y valores de fe, vocación de servicio y humanitarismo, que han permitido a nuestra empresa conservar los vínculos más allá del tiempo y las magnitudes como el primer día”.
“Más aún –agrega el líder empresarial–, heredamos de nuestros antecesores el compromiso de aplicar esos principios y valores en la conducta diaria de nuestra empresa para con nuestros clientes, colaboradores, proveedores y la comunidad en general”.
Uno de los pilares de este grupo empresarial son sus más de 1.000 trabajadores. “Cuidamos nuestro capital humano con la misma cautela con la que cuidamos nuestros negocios”, asegura Silvio Pellas. Con el fin de reclutar, desarrollar y retener al mejor equipo humano, la compañía cuenta con planes internos de capacitación, innovación y bienestar. A través de Capellas (Centro de Capacitación Grupo Casa Pellas) ha puesto en marcha una plataforma de capacitación virtual para sus trabajadores.
Estirpe genovesa
La historia de la familia Pellas, de origen italiano, comienza en Nicaragua con la llegada de Francesco Alfredo Pellas, genovés que arribó al país en 1875 para invertir, junto con el estadounidense Cornelius Vanderbilt en una compañía de navegación en el Río San Juan. Era la época de la fiebre de oro de California y a través de Nicaragua los aventureros lograban acortar su viaje tras el sueño dorado.
Francesco Alfredo Pellas se casó con Rosa Vivas Benard y tuvieron tres hijos: Carlos Francisco Pellas Vivas, el mayor, Irma, quien no tuvo descendencia, y Silvio, quien vivió entre San Francisco (EE. UU.) y Nicaragua. Carlos Francisco realizó sus estudios en Génova y a su regreso a Nicaragua se casó con Adela Chamorro Benard. En 1913 fundó Casa Pellas “como una compañía de comercio que importaba productos europeos y americanos, entre ellos pianos y radios”, rememora Silvio Pellas. “Desafortunadamente, Carlos Francisco falleció a los 39 años, cuando mi padre (Alfredo Pellas Chamorro, actual presidente honorario de la empresa), tenía tan solo 9 años. Su hermano Silvio, que vivía en California, continúo el trabajo comenzado en Casa Pellas”.
En el devenir de la compañía hay un rincón de la geografía nicaragüense que ocupa un lugar muy especial en la familia. Se trata de la ciudad de Granada, donde se fundó la empresa. Aquel edificio es “el mismo que ocupa hoy actualmente la sucursal, y, justamente, este año hemos terminado de hacerle una gran remodelación, siempre respetando el diseño original de estilo colonial propio de Granada”, explica Silvio Pellas. “Toda mi familia, mis abuelos y abuelas, son de Granada, mis padres se casaron allí y también celebraron sus bodas de oro”, agrega el empresario.
En 1942, con apenas 24 años, Alfredo Pellas Chamorro, padre de Silvio Pellas, asume la presidencia de la compañía “y se mantiene en su cargo 50 años después”. “En ese tiempo –continúa Silvio– “Casa Pellas creció enormemente. Adquirió muchas de las líneas que hoy son pilares básicos de la empresa, como por ejemplo Toyota, Hino y Suzuki, y se expandió por todo el país”. Actualmente, Alfredo Pellas es el presidente honorario, “está viviendo, gracias a Dios, con mucha alegría y orgullo todos los eventos y celebraciones que estamos realizado para conmemorar estos cien años”, afirma su hijo.
Casa Pellas revolucionó el panorama nicaragüense con la distribución de los vehículos automotores de General Motors, que arrancó en 1920. “Los primeros modelos que se comenzaron a vender fueron motocicletas Indian y luego Chevrolet y Cadillac. Cuentan que cada vez que venía uno de esos vehículos era una sensación en Managua y Granada”, evoca Silvio Pellas. Son estas remembranzas las que alimentan el deseo del chairman de Casa Pellas de crear en el futuro un museo: “Tenemos ya algunos carros que pudieran servir como primicias, como por ejemplo el último Toyota Tercel que entró a Nicaragua y un Jeep Toyota BJ40 de los años 60”.
Poco a poco se sumaron más marcas al portafolio automotriz de la compañía: Toyota en 1963, Hino en 1964, Suzuki en 1965, Yamaha en 1987 y Lexus en 1999.
Cabe destacar que desde 1950 al 2012, fueron los distribuidores de la marca Flor de Caña, lo que supuso un pilar fundamental en la historia de la empresa.
Diversificación
“Casa Pellas se ha diversificado mucho a través del tiempo”, explica Silvio Pellas. “En 1989, creamos el negocio de renta de vehículos con Toyota Rent a Car. Adicional a esto, hoy representamos a Dollar y Thrifty Rent a Car.
En 1990, nace Microtec, con la distribución de productos Avaya. En 1992, se inicia la línea de Licores Importados, que hoy cuenta con marcas globales de mucho prestigio como Vinos Torres, Santa Margherita, Undurraga, Luigi Bosca, J.P. Chenet, Red Bull, Vodkas Finlandia y Purity, entre otros”. Más, tarde se suma toda la distribución de víveres y alimentos que hoy forman la Distribuidora Casa Pellas. En 1997 empieza la distribución de Hyundai Heavy Industries Company. En 1987 se agrega a Yamaha con motocicletas y, posteriormente, toda la línea marina. En el 2003 comenzó la inversión en Zonas Francas. Y en el 2005 empezó Velosa con la distribución de marcas de autos y motos líderes de China e India.
Ya en el 2009 arranca la correduría de seguro Capesa. En el 2012, se crea la Escuela de Manejo Casa Pellas y se comienza a distribuir Sakai Heavy Machinery, la línea industrial SKF y las llantas Bridgestone. “En Casa Pellas estamos continuamente buscando productos líderes, tanto nacional como internacionalmente, y servicios de alta calidad para todos nuestros clientes”, afirma el chairman.
Ante este crecimiento continuo y la diversificación de los negocios “un reto importante” para la compañía es mantener la unidad del grupo y su alto estándar de calidad. “La manera con que logramos tener éxito es fomentando la comunicación y colaboración de múltiples maneras”, declara Pellas. “Tratamos de que no se formen islas dentro de la compañía manteniendo los negocios independientes pero con total comunicación entre ellos. Un principio importante para nosotros es que el cliente no es de ningún departamento sino más bien de Casa Pellas”. En este mismo sentido, “cuando lo amerita asignamos el mismo objetivo a más de un gerente para asegurar la colaboración y el trabajo en equipo”. Un medio relevante para la empresa nicaragüense es su revista bimensual Huellas, a través de la cual se difunden todos los eventos importantes del conglomerado.
Logros y avatares
Mirando hacia atrás, el chairman repasa los principales logros de la compañía: “Hemos alcanzado ser una empresa sólida, diversificada, líder en ventas y satisfacción al cliente. Tenemos muchos productos líderes a nivel nacional. Somos una empresa arraigada en nuestro país con presencia en todo el territorio, desde la costa atlántica hasta el Pacífico. También hemos sobrevivido guerras, terremotos, desastres naturales y cambios de sistemas políticos”.
Y es que cien años de historia son toda una vida de proezas y de infortunios. Uno de ellos que supuso una hecatombe para el país, también tuvo sus consecuencias en esta empresa líder. Con el terremoto de Managua de 1972, cuando la casa matriz de Casa Pellas estaba ubicada en la avenida Roosevelt, el sismo y los incendios del 23 de diciembre “afectaron en un 100% las instalaciones. En los meses siguientes se tenían que vender repuestos en autobuses al estilo de sucursales móviles y ya para 1973 habíamos logrado trasladar todas nuestras operaciones de casa matriz a Acahualinca, donde se mantuvo hasta el 2002”, dice Pellas.
Después vinieron otros situaciones complicadas de las que Casa Pellas salió exitosa, como lo fue el lograr “operar durante la década de los 80 a pesar de la hiperinflación, la escasez de divisas y la guerra en el norte de nuestro país”. Otros grandes momentos de su larga trayectoria que rememora el chairman de la compañía son: “Haber crecido en sucursales reforzando nuestra presencia en toda Nicaragua. Remodelamos nuestra sucursales de Granada, Estelí, con oficina y sala de ventas nuevas, además de un taller de mecánica. Se inició la construcción de un taller de mecánica también en Chinandega, la incursión en nuevas líneas como motos y motores marinos, rent a car y equipos industriales, entre otros. La construcción de nuestra nueva casa matriz, salas de ventas, edificio administrativo junto con talleres de mecánica y de enderezado y pintura”. Así hasta lograr “mantener el liderazgo en el ramo automotriz por los últimos 40 años y lo mantenemos aún”, subraya Silvio Pellas.
Hoy por hoy, el desarrollo empresarial va de la mano del compromiso social. “Desde su origen, Casa Pellas lleva consigo una creencia social y una tradición de valores que vienen arraigados por la familia fundadora y que son parte de nuestro ADN corporativo”, comenta el chairman. “A partir de esta tradición valórica surgen nuestras primeras iniciativas de Responsabilidad Social, las cuales se encaminaron al desarrollo de una gestión ética en los negocios y el apoyo a nuestros colaboradores y a la Iglesia”. “Con el tiempo –prosigue Pellas– esta filosofía fue creciendo hasta forjar una estrategia de RSC alineada a la empresa. Nuestros proyectos están principalmente enfocados en aspectos que consideramos claves como la educación, la salud y el medio ambiente”.
En esta senda se encuadra el programa Ecoactúa, dentro del cual se desarrollan estrategias y prácticas enfocadas en reducir el consumo de recursos y mitigar el impacto ambiental y por ello los talleres de mecánica y carrocería de Casa Pellas han logrado reconocimientos. También se llevan a cabo tareas de reforestación en la Reserva Natura. Junto con la Policía Nacional y el Ministerio de Educación, se ha puesto en marcha un programa de educación vial que ya ha llegado a más de 95.000 alumnos de 74 escuelas y la empresa cuenta con un programa de voluntariado en el que los colaboradores son los protagonistas de la acción social.
Noche de campeones
En abril pasado, Casa Pellas celebró su noche de campeones. Se trata de una iniciativa “para premiar el buen hacer y la trayectoria de cada uno de nuestros colaboradores. Es una noche en la que se premia la excelencia y se celebra el orgullo de ser parte de esta gran empresa”, explica Silvio Pellas. La ocasión fue aprovechada para comenzar con las celebraciones del centenario, por lo que se invitó a todo el personal, más de 1.000 personas.
“Se tuvieron que hacer dos fiestas en dos días consecutivos. Fueron dos noches únicas en la historia de Casa Pellas: se presentó por primera vez el comercial de los 100 años y la canción conmemorativa compuesta por el gran compositor nicaragüense Carlos Mejía Godoy”, agrega el chairman. “Fue sobre todo una gran celebración donde quedaron evidenciados la alegría y el orgullo de ser la generación de los cien años de Casa Pellas”.
Esta compañía se honra de mantenerse siempre joven. ¿La clave? “Desde nuestros inicios nos hemos caracterizado por ser una empresa que se ha logrado reinventar continuamente para poder tomar provecho de los cambios en el mercado y en el ambiente socioeconómico nicaragüense”, comenta Pellas. Por ello, en los últimos diez años los esfuerzos se han concentrado en “sistematizar la innovación como una ventaja competitiva de Casa Pellas”, de ahí que se creara un departamento que se dedica “a tiempo completo a fomentar esta cultura”. Detrás de todo este enfoque en innovación destaca la creencia de que cada persona tiene el potencial para poder crear ideas geniales que cambien la organización y deslumbren a nuestros clientes”, subraya el nicaragüense “Estamos dispuestos a innovarlo todo, excepto los principios y valores que forman el espíritu de nuestra empresa”, agrega.
A lo largo de casi tres décadas liderando Casa Pellas, Silvio Pellas ha aprendido una lección fundamental: “La importancia de enfocarse en el core business. Cada vez que hemos incursionado en industrias totalmente diferentes al giro de Casa Pellas nos hemos enfrentado con muchas dificultades y no siempre nos ha ido bien. Muchas veces uno cree que ya no puede crecer más dentro de su industria, pero si busca, encuentra maneras de hacerlo sin tanto riesgo”.
Sobre el futuro, el chairman declara que siempre han orientado sus actos a anticipar las expectativas de sus clientes usando como plataforma su lema de inspirar confianza, manteniéndose al día con la tecnología y asegurándose la mejor infraestructura física para continuar creciendo. “De esta manera –afirma–, proclamamos con entera seguridad que lo que hoy hacemos, lo que hemos hecho durante estos cien años y lo que haremos en el futuro continuará con el mismo objetivo: consolidar el liderazgo de Casa Pellas”.
Después de varias generaciones, apenas está arrancando.
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