¿Sabía usted que la tercera parte de nuestra vida la pasamos durmiendo? Aunque podría parecer mucho tiempo, se debe tener claro que una persona de 60 años, que duerme en promedio 8 horas diarias, perfectamente podría invertir más de 20 años de su vida durmiendo.
Más allá de las estadísticas curiosas, para lograr ese descanso reparador tan necesario para la mente y el cuerpo, la cama desempeña un papel fundamental.
Y es que entre la lista de opciones disponibles figuran múltiples alternativas. Están las camas individuales, matrimoniales, las de agua, sofás cama, camarotes, camas nido y las inflables, entre otras; y cada una de ellas ofrece características muy variadas y diversas que combinan tecnología, moda, arte, diseño y lujo.
La oferta se ha vuelto tan amplia que incluye camas muy duras, semiduras y otras que, por el contrario, son tan suaves que se sienten como arena movediza. Sin embargo, el descanso profundo y gratificante depende en gran medida de una buena elección que depende del gusto individual.
Como parte de esta elección, hay que tomar en cuentan el tamaño ideal, si se quiere con somier o base, si la prefiere con el cabecero o respaldo, entre otros aspectos. Todos estos elementos juntos aportan una verdadera sensación de relax, comodidad y reposo.
Materiales de fabricación, tipo de funda, relleno, firmeza, tacto, altura y otras propiedades especiales, son parte de sus características.
“Actualmente fabricamos distintos tipos de camas: suaves, semifirmes, firmes, ortopédicas. Una gran novedad es que en Guatemala fabricamos camas con aroma a eucalipto, estas incluyen partículas en la tela del colchón que se activan con el roce del cuerpo y generan una sensación de relax y confort, esta tecnología dura 10.000 noches”, explica Mischell Fernández, vocera de Camas Fomtex de Guatemala.
Entre las modernas opciones destacan las elaboradas con las más finas maderas así como las hechas con metal y acero inoxidable. Además, hay camas con marco perimetral (que ayuda a que no se deforme el colchón), camas antirreflujo, camas ortopédicas y hasta camas flotantes que se sostienen con potentes imanes, entre otras novedades.
“No siempre lo más elaborado es lo más fino, todo depende del gusto de los clientes. Hoy en día el tamaño que más se busca es el king size (2 x 2 metros) o el queen size (1,52 x 2 metros) y las maderas que se utilizan con frecuencia son cedro, guanacaste y cenízaro. Los precios en Costa Rica oscilan entre los US$800 y los US$2.000 y más (solo la cama y las mesas de noche sin el colchón)”, detalla Ronald Castro Porras, gerente general de Muebles Finos Sarchiseños.
Complemento indispensable
Para descansar y recargar pilas, un elemento fundamental para nuestra cama es el colchón. Este complemento se ha vuelto tan tecnológico que en algunos casos está hecho con fibras naturales que crean la temperatura ideal para el sueño; se caracterizan por tener orificios de ventilación que permiten que el aire circule a través del colchón y así aumenta la frescura. Otros contienen rellenos densamente ensacados, excelentes tejidos y cuidadosas costuras.
“Una buena cama debe tener mullidez y confort sin ser aguada ni muy rígida con un colchón que se adapte al cuerpo, con telas antialérgicas, antimicóticas (no permiten hongos) y antibacteriales (contra ácaros, entre otros); buena circulación de aire a través de sus aislantes y durabilidad. Nosotros fabricamos camas de espuma de hule con memory foam, tecnología desarrollada por la NASA que se adapta al cuerpo y mantiene una temperatura estable”, explica Arturo Zablah, gerente general de Capri en El Salvador.
Algunos de los más prestigiosos fabricantes de la región y del mundo se distinguen por utilizar las mejores materias primas para sus camas y en la fabricación de sus colchones utilizan seda sin tratar, finas lanas, cálido cachemir y magníficos rellenos, y así combinan tecnología avanzada, diseño y elegancia.
“Recomendamos los colchones de acuerdo con la contextura y peso de los usuarios, la postura acostumbrada para dormir y las preferencias personales. Por eso ofrecemos colchones con materiales anatómicos que se adaptan a las características físicas de las personas como el memory foam o la espuma ergonómica. También está la personalización de telas, tapices para las camas o respaldares y si el cliente lo necesita se tiene la posibilidad de diseñarle el colchón de acuerdo con sus requerimientos particulares combinando capas para ajustar niveles de firmeza y soporte”, acota Henry Trejos, gerente general de la empresa costarricense Don Colchón.
Un consejo importante que dan los expertos es que, antes de adquirir una cama y el cochón, hay que probarlos bien, no basta con tocarlo, lo ideal es acostarse, dar vuelta y descansar unos minutos, solo así se dará cuenta de si es el conjunto adecuado para usted.
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