21 marzo, 2017

Firmas legales contribuyen al éxito empresarial

Angie López noviembre 22, 2016

Los bufetes corporativos deben contar con equipos multidisciplinarios, innovar en sus servicios, conocer el mercado internacional y estar a la vanguardia, para ser los mejores aliados de las grandes empresas.

Si un abogado es un profesional con una visión integral que previene problemas y aprovecha oportunidades de negocio para su cliente, trabaja para que este alcance el éxito y lucha por fortalecer su reputación y buen nombre, ¡imagínese lo que puede lograr un grupo de abogados por su empresa!

Precisamente, las firmas legales corporativas nacieron para unir las destrezas de sus integrantes, ser multidisciplinarias y así proporcionar a sus clientes un servicio especializado, innovador y de gran calidad, que solvente todas y cada una de sus necesidades pero, sobre todo, que potencie y fortalezca su ámbito de acción.

“Deben no solo resolver los problemas de sus clientes, sino también prevenirlos y, a la vez, utilizar la información y conocimiento de la empresa para proponer estrategias legales alineadas a estrategias comerciales que maximicen la rentabilidad de sus clientes”, comenta Ana Teresa Rizo, socia de Arias.

Puede tratarse de una firma “full service”, es decir, que ofrece todas las especialidades de derecho tales como derecho civil, laboral, penal, de seguros, corporativo, de contratación administrativa, arbitraje, tributario, inmobiliario, bancario y de propiedad intelectual, entre otros, o bien ser una
firma boutique, que es aquella que se especializa en una o dos áreas.

Acompañamiento vital

Los empresarios centroamericanos ahora están más conscientes de lo vital que resulta para su negocio tener el acompañamiento de una firma legal de excelencia y saben que lo importante no es resolver un conflicto, sino prevenirlo.

“Es una inversión, sobre todo cuando la empresa cuenta con un asesor que comprende su negocio y le
acompaña en el logro de sus objetivos empresariales. Una buena contratación, en este sentido más estratégico, terminará pagándose por sí misma, cuando el abogado logra aportar, con su conocimiento y experiencia, soluciones”, afirma Carlos Taboada, socio de Consortium Legal.

“Con el tiempo, los gerentes y empresarios han ido aprendiendo más acerca del valor de un buen manejo legal. El asesor puede ayudar a la empresa, no solo protegiendo sus derechos y activos, sino también puede aportar estrategias para crear valor, reducir costos, mitigar riesgos y, en definitiva, tener un impacto positivo en los resultados de la compañía”, agrega Taboada.

David Gutiérrez, socio de BLP Legal, comenta que las grandes compañías, aunque sean familiares, se han dado cuenta del valor agregado que les proporciona una buena firma legal, ya que son una plataforma de negocio que le permite al cliente contar con una red de contactos y de experiencia.

“En un mundo tan competitivo como el actual, las empresas no pueden darse el lujo de exponerse
a malas negociaciones, litigios, sanciones y otras contingencias que son fácilmente evitables si
contratan a una firma de primera, con especialidad y experiencia en el tema que necesite la empresa”, manifiesta Gutiérrez.

¿Cómo elegir la mejor?

Francisco Álvarez Valdez, de Headrick Rizik Álvarez & Fernández Abogados, afirma que lo ideal es que la firma de abogados acompañe a la empresa en todo momento, desde el proceso de inversión y durante toda su vida. “Aunque parezca una exageración, es una decisión tan importante como escoger a su compañera sentimental, pues ambas relaciones deberían ser permanentes, si se ha escogido correctamente”, asevera.

“En Headrick, comenzamos en 1985 con dos clientes importantes, Citibank y Banco BHD León. 31 años después, ambos siguen siendo clientes de la firma. Existe una importante ventaja para las empresas que eligen bien sus abogados y logran una relación de permanencia, pues conocen perfectamente, de ambos lados, fortalezas y debilidades y se va creando, con el tiempo, el material que une la relación y la sostiene: la confianza”, añade Álvarez.

Los empresarios deben conocer la reputación de la firma de abogados que contraten, indagar la cartera de clientes que tienen, certificar que cuenta con altos estándares éticos y cerciorarse de que el despacho tenga una infraestructura tecnológica adecuada para proteger la información y confidencialidad de los clientes.

Carlos Taboada, de Consortium Legal, aconseja a las empresas identificar sus requerimientos puntuales, por ejemplo, si requiere asesoría solo para una transacción específica o servicios
permanentes, y que, en caso de que la compañía cuente con un abogado interno o un departamento
legal, se definan políticas para decidir qué tipo de trabajos deben ser enviados al asesor externo.

Alto nivel

No importa si se trata de una firma “full service” o una boutique, lo verdaderamente fundamental es
que los abogados que la conforman sean altamente calificados y posean valores éticos.

Las firmas legales deben verse como aliados comerciales de sus clientes.

“El derecho es un estudio continuo, el abogado que no estudia se rezaga, se vuelve obsoleto, requiere de cursos de actualización de las últimas tendencias. Un buen abogado debe saber de economía, debe tener conocimientos básicos de administración, contabilidad, contratación administrativa y manejar otro idioma”, asegura Froylán Alvarado, presidente del Colegio de Abogados de Costa Rica.

Alvarado agrega que las firmas legales vienen a subsanar los vacíos que tiene la empresa en determinada materia, por eso hay que buscar lo mejor. “No siempre lo más barato es bueno, el usuario debe verificar que le cobran lo que establece el Colegio de Abogados porque, a veces, lo barato sale caro”, agrega.

Rafael Quirós, socio fundador de Central Law, manifiesta que el respaldo de un buen bufete y una buena asesoría legal ayuda en todo a los ejecutivos de la empresa a tomar las decisiones precisas y correctas.

“Sin una buena asesoría legal, se puede caer en conclusiones y negocios no correctos para los intereses de la empresa, lo que puede llevar a pérdidas económicas millonarias”, añade.

Para Quirós, es importante que la firma que está contratando tenga acreditaciones con las que realizan rankings a nivel mundial, como por ejemplo Chambers & Partners, Legal 500 o IFLR.